(JUEVES 07 DE DICIEMBRE-EL JORNAL). En el fútbol como en el beisbol de las grandes ligas pasa lo mismo: hay una epidemia de impostores que se pasean como sabios de ambos deportes, pero en el fondo saben muy poco, y son unos auténticos bateadores.
Acaba de quedar patente con lo ocurrido con Bryan Zaragoza, jugador del Granada que fue ‘comprado’ por el Bayern Munich.
Antes de llegar al filial del Granada, Zaragoza fue rechazado en el Betis, Málaga y Valladolid. Hoy fue vendido por 15 millones de euros más variables. Un negocio redondo para el Granada, el jugador y el Bayern.
¿Fue accidental el rechazo de Zaragoza por los clubes citados? No lo creo. Una frase maravillosa de la pelícual Moneyball (El juego de la fortuna), que recoge la historia de la extraordinaria temporada de los Athletics de Oaklan en 2002, retrata lo que sucede en muchos casos, incluido el de Zaragoza.
“Hay una falla epidémica dentro del juego. No entienden lo que está pasando. Y eso hace que la gente que maneja equipos de grandes ligas evalúe mal a los jugadores y administre mal a sus equipos. La gente que dirige equipos piensa en términos de comprar jugadores. La meta no debe ser comprar jugadores, sino comprar victorias. Y para comprar victorias, necesita comprar carreras”.
Detengámonos en esta frase: “Hay una falla epidémica dentro del juego”. Eso es. Los visores, así como el resto del engranaje que tienen que elegir, no siempre saben ver. Es el caso sucedido con Zaragoza y tantas veces repetido.
¿Cuántos Bryan Zaragoza se habrán descartado en Costa Rica? ¿Cuántos Bryan Zaragoza se pierden en nuestros pueblos? ¿Cuántos Bryan Zaragoza están esperando esa oportunidad dorada de cambiar sus vidas?
Esa falla garrafal de la que se habla en Moneyball está más vigente que nunca en el caso del fútbol. Hay una epidemia de errores, propiciados por los supuestos expertos.
En el caso de Zaragoza, por ejemplo, algunos dudaron porque no marcaba bien. Cuando lo que había que ver era lo otro: el que en el uno contra uno, era un jugador diferente y especial.
Hay un gran negocio en las ligas menores, como lo acaba de comprobar el Granada, pero hay que poner a elegir a los que verdaderamente saben, a los que se han preparado y a los que tienen experiencia y han sabido validarla y certificarla.
En Costa Rica, estamos a la espera de que nos descubran muchos Bryan Zaragoza que están esperando para dar el salto de sus vidas.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
