ENTRE PARÉNTESIS
(SAN JOSÉ, 20 DE NOVIEMBRE, 2014-EL JORNAL). El diputado Ottón Solís salió a recriminar a jóvenes que pintaron algunas paredes del muro de la Asamblea Legislativa por considerar que eso era un acto de “pachuquismo”, en vez de un acto de libertad de expresión.
Olvida uno de los fundadores del ahora gobernante PAC, que José Figueres Ferrer y miles de costarricenses combatieron en la guerra del 48 no solo para salvaguardar las garantías sociales, entre otros asuntos, sino también para que los costarricenses, como pocos países en el mundo, tuviéramos derecho a nuestra libertad de expresión.
Y está claro que cuando las puertas de la formalidad están cerradas, son las calles, los muros, las tapias, y ahora por dicha Internet, donde las personas se pueden expresar y al menos tener el derecho de desahogarse ante tantas y tantas contradicciones que emanan de los poderes legalmente constituidos.
Olvida Solís que una juventud con ideales, con ímpetu y dispuesta a luchar, es tan necesaria para una democracia como el buen hacer del legislador y del ejecutivo, situaciones estas dos últimas que cada vez son más extrañas.
En un mundo marcado por la corrupción, las componendas y los acuerdos por debajo de la mesa, yo prefiero que los jóvenes rayen paredes y se expresen a que se queden en casa viendo la televisión como si nada ocurriera a su alrededor.
Y sobre los recortes en Cultura, la verdad es que da vergüenza que un país que se enorgullecía de la hermosa frase de don Pepe: ¿Para qué tractores sin violines”, hoy no opte ni por la cultura ni por la agricultura, ambas olvidadas y maltratas por esa visión neoliberal que ha dejado al país al borde del abismo.
