(JUEVES 19 DE NOVIEMBRE, 2020-EL JORNAL). Algunos equipos de fútbol alrededor del mundo, dejaron de la noche a la mañana de ser eternos ganadores, unos por situaciones meramente futbolísticas, pero en otros casos, la superstición se puso los tacos y entró a jugar.
Por eso, esta seman les contamos sobre cinco maldiciones que sufrido diversos equipos y selecciones en el mund, como el caso del Racing de Avellaneda (Argentina); el Atlas de Guadalajara (México); el Benfica (Portugal); la Selección de Argentina, Quilmes (Argentina) Jicaral Sercoba y el Cartaginés (Costa Rica).
LOS GATOS MUERTOS DEL RACING DE AVELLANEDA
La leyenda dice que un grupo de hinchas de Independiente de Avellaneda enterró siete gatos muertos en el arco que da hacia la tribuna popular del estadio de Racing, elenco que venía de cosechar grandes éxitos a finales de los sesentas.
Después del entierro de dichos gatos, Racing nunca volvió a tener logros destacados. Por ello, los hinchas albicelestes atribuyeron a este acto de sus enemigos la responsabilidad de las desgracias.
Con el tiempo desenterraron seis gatos, pero no pasaba nada. Incluso, el equipo se fue al descenso en la década de 1980. Hasta que por fin en 1998 se removió el terreno completo para sacar los restos del último felino. Luego de ello, hubo una misa y una serie de ritos, que según la leyenda, funcionaron para que ‘La Academia’ volviera a ser campeón argentino en 2001.
LA MALDICIÓN DEL PORTERO
El Club Atlas de Guadalajara, México; que ganó su único título en 1951 ante las Chivas del mismo Estado.
El arquero de este último club, Jaime Gómez, lanzó fuertes declaraciones luego de la derrota de su equipo, debido a la ‘rabia’ al ver al Atlas Campeón de Liga. Por lo tanto, no dudó en lanzar una amarga sentencia para contra sus rivales del Atlas: “Festejen, porque no van a volver a ser campeones en 50 años. Es más, antes de que me muera yo, no volverán a coronarse”, afirmó el guardameta. Desde entonces, los rojinegros no han sido campeones en México.
LA SOMBRA HÚNGARA
El otro caso, es el del Benfica de Portugal, en el que su entrenador, el húngaro Béla Guttman, quien lideró al equipo en dos títulos europeos, logrados a inicios de los sesentas, abandonó al club por diferencias sobre las primas económicas. Su salida fue tan escandalosa, que pronunció una profecía que aún perdura: “El Benfica no volverá a ser campeón europeo sin mí, o al menos en 100 años”. Desde entonces, el cuadro lisboeta ha caído en ocho finales europeas.
LA PROMESA DE BILARDO
En su preparación para jugar el Mundial de México 86, la Selección de Argentina decidió entrenar algunos días previos en la provincia de Jujuy, con Carlos Salvador Bilardo como su técnico y líder del grupo.
Según la leyenda local, algunos jugadores albicelestes y su entrenador decidieron prometerle a la Virgen de Punta Corral, patrona de Tilcara, regresar a la ciudad jujeña si Argentina llegaba a ser campeona del mundo. Pero la promesa sólo se quedó en palabras, pues ni el técnico ni los jugadores volvieron para agradecerle a la virgen aquel extraordinario título alcanzado el 29 de junio de 1986 en el estadio Azteca.
Tras la promesa fallida a la Virgen de Punta Corral, Argentina ha perdido dos finales: la de 1990 y la de 2014.
En las otras seis ediciones no se acercaron ni siquiera a la instancia final. Por lo que la maldifición por la promesa olvidada sigue vigente.
LAS BRUJAS A LA CANCHA
Acá también hay dos casos que vamos a rememorar, el primero en Argentina cuando en 1994 el equipo Quilmes, entonces en segunda división, recurrió a una bruja para que les ayudara a obtener el título.
La bruja accedería con el cobro de cuatro mil dólares, pero los dirigentes decidieron pagarle una mitad como anticipo y la otra después. La bruja Dora les aseguró que ‘El lobo jujeño’perdería 3-0 en la siguiente jornada ante el Douglas Haig. Llegó el día del partido y las palabras de Dora se cumplieron: Gimnasia encajó en casa un contundente 0-3.
Cuando Dora viajó hasta Quilmes para pedir la otra mitad del dinero, los dirigentes desatendieron sus palabrasy decidieron no pagarle, porque aún no habían ganado su partido. Fue entonces cuando la bruja se enojó y maldijo al equipo con 13 años de mala suerte.
El otro es un caso muy similar, la brujería de la cuáal fue víctima Jicaral Sercoba, en Costa Rica, es digno de resaltar. En la Final de Ascenso costarricense en el 2017, en su momento un video mostró al útilero del Municipal Grecia lanzar sal y limones partidos en la cancha de los jicaraleños, lo cual fue calificado como un acto de brujería. Y les funcionó a los “griegos”, que en ese año ascendieron.
LA MALDICIÓN DEL MUÑECO Y LOS CABALLOS
No podemos finalizar este recuento con la maldición más conocida en el fútbol de Costa Rica y que atañe a la del Cartaginés. Cuentan las historias que en 1940 cuando los brumosos consiguieron su último campeonato, el festejo fue descomunal, a tal punto que con caballos ingresaron a la Basílica de los Ángeles, la patrona de Costa Rica, para celebrar aquel título de liga.
La leyenda asegura que un sacerdote habría dicho que el equipo no volvería a ser campeón hasta que muriera el último de los futbolistas de aquel equipo. Hasta el día de hoy esa sentencia se mantiene.
Por si fuera poco, hay otra teoría sobre la maldición del Cartaginés, y es la que sostiene en la cancha del estadio José Rafael Fello Meza Ivancovich se enterró un muñeco diabólico.
Algunos hasta han realizado ritos para tratar de acabar con la maldición del muñeco como rociar las paredes con sangre de gallina. Nada ha dado resultado al día de hoy. Y eso que el Cartaginés ha estado muy cerca de alcanzar el título en 1978, 1987, 1993 y 2013, para citar solo algunos episodios, así como el más lamentado por los seguidores del club, el cual se dio en 1969, cuando Saprissa, con el famoso gol de la media de Luis Chacón, les arrebató el título a pocos segundos de concluir el partido.
En el fútbol, como se ve, más allá de la táctica, también juega la superstición, la magia, la brujería y las cábalas, con tal de ganar o de impedir que el adversario alce el cetro.
