(LUNES 09 DE ENERO 2023-EL JORNAL). El presidente de la Federación de Francia se precipitó al referirse a Zinedine Zidane y pocas horas después tuvo que salir a pedir disculpas ante la reacción mundial.
Noël Le Graet dijo entre otras palabras que le daba igual a quién dirigiera Zidane y que si le hubiese llamado no le hubiera contestado.
Las reacciones corrieron como la pólva y míster Le Graët tuvo que disculparse. Algo que no sucede ni por asomo en Costa Rica. A la Selección la golearon 7 a 0 ante España en un ridículo Mundial del equipo nacional y todavía sigo esperando una disculpa para la afición del técnico, que debió irse hace rato, y del presidente de la Fedefútbol, quien también debió disculparse y dejar su cargo, porque es inadmisible, todavía hoy, lo sucedido frente a los españoles.
Sin embargo, como estamos en Costa Rica y la Fedefutbol parece un lugar intocable, no pasa nada con el fiasco del no partido ante Irak, con el ridículo ya mencionado y con que además en el medio estuviera una empresa –Eurodata—que está ligada al entrenador e hizo de intermediaria en el fallido juego.
La vida sigue igual, como diría Julio Iglesias, y mientras en todo el mundo hubo cambios cuando sus selecciones fracasaron en Qatar 2022 en Costa Rica decimos que fuimos a ganar experiencia, así en abstracto.
Pase lo que pase, en la Federación no se mueve nadie, desde el técnico al presidente, mientras contratan entranadores, como el caso de Claudio Vivas, quien no tiene ni idea de cómo son las ligas menores de Costa Rica.
En realidad, la Federación se ha convertido en un pequeño país que no puede ser cuestionado, porque en el día posterior al no partido con Irak, en vez de disculparse por lo ocurrido, Villalobos salió poco menos que a regañar a los colegas, con una prepotencia que no le permitirían en ningún otro lugar del mundo.
En fin, que a una semana de que comience el campeonato nacional, las viejas estructuras federativas siguen intocables y mientras tanto la afición siempre con promesas en el aire de que vamos a ser campeones del mundo.
Y sí, en todo lado interesan las formas en que se dicen y hacen las cosas, menos en Costa Rica, claro está.