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Lagos, el Emperador

(SAN JOSÉ, COSTA RICA 24 DE SEPTIEMBRE, 2020-EL JORNAL). La actualidad dicta que debería de escribir hoy sobre Luis Suárez y su llanto al despedirse del Barcelona, pero como recordó Ferdinand Von Schirack en el prólogo a Crímenes, su magnífico libro: “Jim Jarmusch dijo que prefería hacer una película sobre un hombre que sale a pasear con su perro que sobre el emperador de China”.

Así que hoy el protagonista es Cristian Lagos, quien vuelve al fútbol de la Primera División a sus 36 años y lo hace con el entusiasmo del juvenil que está ansioso por debutar.

La vida, que se escribe en presente, aunque haya detrás un pasado que no se puede olvidar, demuestra una vez más que cada día tiene su propio afán y para Lagos fue sorprendente recibir esa llamada de Jicaral para que se integrara a su equipo.

Es uno de esos goleadores de estirpe, que se sabe los códigos del área, que pelea cada pelota por aire o tierra, y que si le queda un balón suelto solo pondrá alma, vida y corazón para alcanzar la anotación.

Pese a su paso por Santos, Herediano y Saprissa, entre otros clubes, para Lagos esta es su verdadera segunda oportunidad en la categoría de honor. Muchos han querido ridiculizarlo por su sencillez y no han podido doblegarlo, porque es como un gladiador que pelea cada instante por aquellos que lo esperan en casa.

Estaba ya dedicado a otras labores, pero sin que lo dijera, se sentía acorralado, y cada vez que se gritaba gol en la radio o en la televisión, el futbolista sentía un aguijón porque sabía que todavía podía alcanzar la cifra de los 100 goles en la primera categoría. Está a cuatro de la meta.

José Giacone lo llama porque le urgen anotaqciones a su equipo y en la cancha el goleador le demostrá que aún no ha olvidado ese extraño lenguaje del gol, que no todos entienden ni saben cuáles son sus verdaderos orígenes.

El fútbol, que tiende demasiado rápido al olvido, rescata a Lagos, cuya entrega en la cancha es un ejemplo de compromiso y valentía.

Estoy seguro de que se le irá la vida en cada jugada. Y ya quiero ver cómo va a celebrar su próximo gol, que será, sin duda, el más importante de su carrera, y que su familia festejará como si fuese en el minuto 94, con el marcador cero a cero, en la final de la Copa del Mundo de Catar. Ese día, en ese instante, Lagos será el emperador de su propido destino.

 

 

*Periodista, escritor, comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.

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