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La verdadera historia de la toma de la embajada de Venezuela en Costa Rica

Desde 2014 la oposición venezolana escogió la vía de la violencia.. (Foto tomada de Alba Ciudad 96.3 FM)

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 24 DE FEBRERO, 2019-EL JORNAL).

Mañana “normal” en la capital costarricense;  dentro de lo que es “normalidad” en la principal urbe del país centroamericano, azotada por toda clase  de  asaltos y muertes violentas. El obrero, el ama de casa, el estudiante nacional o extranjero honesto, ese miércoles  20 de febrero pasan por el rito de costumbre: bajan de los buses con  precaución  para cuidar sus enseres personales. Bandas armadas, carteristas, drogadictos, estafadores y gentuzas locales y foráneas, generalmente constituidas por desempleados o prófugos por  actos criminales en sus países, junto a verdaderas mafias autóctonas,  hacen que esta ciudad sea una de las más inseguras de la región.

Más de 30 años de neoliberalismo no solo deja acá desempleo y pobreza, prostitución infantil, drogadicción y todo lo que sea fácilmente convertible en dinero, sino que dio carta de presentación a  la  inseguridad ciudadana.

Para quienes se movilizaban esa mañana del miércoles un cartelazo o  una “toma” de lo ajeno no es ya cosa del otro mundo. Pero esta vez el asunto era particular: se había ingresado sorpresivamente  a la embajada venezolana en San José por una ilustre desconocida, hasta ese día.

La costarricense de origen venezolano, María Faría, elevada a diplomática  de la República Bolivariana de Venezuela por el autoproclamado presidente interino  Juan Guaidó, la madrugada del 20 de febrero ingresó a dicha sede, se cercioró  que hubieran llamado a la “prensa amiga” y  dijo: aquí estoy, soy la nueva embajadora de Venezuela.

Los miembros de la Fuerza Pública, cuyo comandante en jefe es el presidente  Carlos Alvarado, arropado por una coalición derechista y neoliberal, formada por los partidos Liberación Nacional, Acción Ciudadana, Socialcristianos y Frente Amplio, no movieron un dedo para evitar este atropello al Derecho Internacional.

Como se recuerda el 23 de enero de 2019 Guaidó subió a una tarima y desde un popular parque caraqueño se declaró “presidente interino” de más de 30 millones de venezolanos, sin que ninguno de ellos hubiese sufragado por este hombre de 35 años, que entre su sesudo ideario tiene: “: “los muertos no son costos ( en caso de enfrentamiento entre venezolanos) son inversión” .

El presidente Alvarado no solo reconoció a Guaidó como nuevo dignatario de Venezuela, minutos después de que lo hiciera Ronald Trump, sino también a la jovenzuela Farías, aunque luego de la “toma” a la embajada la acusó de abusar de su buena fe presidencial.

Lo anterior no borra  que fue después  del visto bueno dado por Alvarado y su coalición de partidos, que la joven Farias, afirma:  “una vez cubiertos los trámites legales estipulados por la ley, hemos venido a la Embajada para avanzar con el proceso de transición, que encabezan la Asamblea Nacional de Venezuela y el presidente Juan Guaidó para restituir el orden democrático y eso pasa por garantizar el respeto a los derechos de nuestros connacionales fuera del territorio venezolano”(Diario Digital:  KienyKe https://www.msn.com/es-us/noticias/otras/se-toman-embajada-de-venezuela-en-costa-rica/ar-BBTS5Bj)

La ágil Farias obtuvo un poder especial de la cancillería local para congelar las  cuentas  de los diplomáticos nombrados por el gobierno constitucional  de Nicolás Maduro en el Banco de Costa Rica (La Nación 23/2/19) y aunque después de esto salió del inmueble casi de la misma forma como ingresó, no contó a nadie  que ya había contratado cerrajeros para cambiar los llavines de las puertas de la casa consular  para que los otros no entraran.

Si bien la presencia de la embajadora venezolana fue fugaz en la sede diplomática, y  el presidente Alvarado se distanció del “cómo” del “asalto”, la noticia ya había dado la vuelta al mundo y su gobierno y copartidarios ya estaban situados en el lugar que les corresponde en la historia.

 El Comité de Solidaridad con Nicaragua Soberana confiesa que como costarricenses  “sentimos pena ante el mundo por  el desprecio de este gobierno  a la autodeterminación de los Estados.

En un comunicado enviado a EL JORNAL por el Movimiento de Solidaridad con Cuba explican que los gobiernos que buscan una salida violenta en la región  esgrimen su “democracia” desde la OEA y el  “grupo de Lima”, y  ni siquiera han resuelto los problemas de desempleo juvenil, la falta de vivienda, la inseguridad ciudadana, el hambre  y la corrupción en las altas esferas.

 Concluyen que es con el diálogo y el respeto mutuo, la participación directa de sus ciudadanos y sin intromisiones foráneas, que América Latina y el Caribe alcanzará su verdadera independencia y soberanía, para así erradicar los graves problemas de desigualdad social, hambre, inseguridad y corrupción, pues este continente, añade, tiene enormes depósitos de hidrocarburos, agua, flora, fauna  y metales preciosos que otros quieren llevarse.

*Periodista, abogado y notario.

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