Por F.S.*
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 18 DE FEBRERO, 2017-EL JORNAL). La mayoría de las personas aseguran que no leen porque les falta tiempo. Entonces se debe analizar la vida de hoy respecto al uso del tiempo en nuestras vidas cotidianas; lo acelerado de la vida de hoy, la desintegración social tan descuidada y los medios audiovisuales de información virtual, así como la distracción de la web en general han asimilado el tiempo de ocio que antes se dedicaba a la lectura de las grandes obras de la literatura universal y a los inexpertos escritores contemporáneos.
El desarrollo de la imaginación ha quedado de lado y ahora todo se manifiesta en figuritas que le indican fácilmente al cerebro la acción a realizar, dejando de lado el desarrollo de la imaginación, quizá la magna diferenciación entre el ser humano y el animal.
Pregunta: ¿de verdad no hay tiempo para leer o son solo razones negativas contra la lectura?¿Será que no hay tiempo o se ha perdido el hábito noble de desarrollar la imaginación por medio de la lectura? No se ha de olvidar que en estos pequeños artículos lo que se pretende es inyectar el entusiasmo por la lectura.
¿Y qué es lo que le ocurre al miembro de AA que lee?
Lo que al viajero que posee el mapa de su ruta, que siempre llega a la meta propuesta y alcanza el éxito de su travesía. Y al final del camino siempre están la alegría de vivir y la felicidad por el servicio prestado a los demás como producto de la experiencia adquirida en el viaje hacia una vida en el espíritu, porque en el libro Alcohólicos Anónimos así lo dice: “La vida espiritual no es una teoría. Tenemos que practicarla”.
En este viaje por la lectura de los textos que brinda Alcohólicos Anónimos se encuentra una gama de tópicos muy humanos distribuidos en diferentes tipos literarios, entre ellos la poesía, como es el caso de la Oración de la Serenidad; literatura intimista en el libro Llegamos a Creer, y en las experiencias al final del libro Alcohólicos Anónimos conocido como el Libro Grande; literatura psicológica y moral como son los Doce Pasos, etc.
Y cuando la persona interesada en la lectura de estas enseñanzas se entrega a su estudio como si se tratara de la más sabrosa de las cenas palaciegas, o el más delicado de los postres, lee una y otra vez, frecuentemente las líneas de cada página de Alcohólicos Anónimos y estudia cada párrafo e incluso logra practicar sus enseñanzas aprovechando cada instante de la vida feliz y útil que se promete desde el primer paso.
… Para esos lectores, la meta, que es el éxito, está muy cerca, y ya se vislumbra en el horizonte de sus nuevas vidas…
En el libro Grande de AA se lee:
“Si nos esmeramos en esta fase de nuestro desarrollo, nos sorprenderemos de los resultados antes de llegar a la mitad del camino. Vamos a conocer una libertad y una felicidad nuevas. No nos lamentaremos por el pasado ni desearemos cerrar la puerta que nos lleva a él. Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y conoceremos la paz. Sin importar lo bajo que hayamos llegado, percibiremos cómo nuestra experiencia puede beneficiar a otros. Desaparecerá ese sentimiento de inutilidad y lástima de nosotros mismos. Perderemos el interés en cosas egoístas y nos interesaremos en nuestros compañeros. Se desvanecerá la ambición personal. Nuestra actitud y nuestro punto de vista sobre la vida cambiarán”.
Por eso se hace necesaria la lectura de semejantes textos. ¿Cómo encontrar esas riquezas literarias si no se adquieren los libros para hurgar en ellos con el afán de extraer la sabiduría de Alcohólicos Anónimos?
*El autor es Alcohólico Anónimo.