ENTRE PARÉNTESIS
Un caso cuando la CCSS da vergüenza
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 04 DE SEPTIEMBRE, 2015-). Desde hace más de ocho años mi hermana Maribel Mora padece una hernia umbilical y tras asistir a un sinnúmero de consultas con médicos generales, envió una carta con fecha del 23 de marzo de 2015 a la Contraloría de Servicios del Hospital San Juan de Dios (HSJD), con la ingenua aspiración de que le fijaran una fecha, antes del año 2050, para su operación.
Su acto, no obstante, no fue más que eso: una maravillosa y candorosa ingenuidad, porque la “Dra. Julia Vargas Carranza, jefe de servicio del HSJD, responde con una frialdad espeluznante y más parece referirse a una cosa que a una persona, y da cuenta de que antes de Maribel hay 3864 pacientes en espera de una cirugía, por lo tanto ella debe y puede esperar.
¿Maribel es la paciente 3865 o la 5865, o la 8865, o la 30865? En la carta remitida por la “Dra. Julia Vargas Carranza” no queda claro. ¿Cuánto más debe de esperar para que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se apiade y la atienda como su condición de ciudadana costarricense lo reclama?
“En estos momentos (sic) se cuenta con una lista de espera de 3864 pacientes pendientes de cirugía desde el año 2011, por lo que la Sra. Mora Mora aún deberá esperar para su cirugía, esto para no violentar (sic) los derechos de los demás asegurados que están esperando mucho antes que ella”.
No solo asusta el castellano de la “Dra. Julia Vargas Carranza”, que ya debería de ser un motivo de honda preocupación para la CCSS, sino que también atemoriza la espeluznante frialdad con que se refiere a la situación de “la paciente”.
Y la ilustre “Dra. Julia Vargas Carranza”, prosigue: “En caso de presentar dolor la paciente deberá acudir al servicio de Emergencias”. De nuevo, el frío humanismo, si es que lo tiene la citada “Dra”, se trasluce en su pobre y desastroso uso del idioma, y de una profesional que no sepa ni si quiera dónde va una coma, cómo esperar que entienda el sufrimiento ajeno.
“Por sus frutos los conoceréis”, había dicho un profeta hace más de 2000 años.
Volvamos a esta singular frase: “En caso de presentar dolor”. Lo que equivale a decir: por aquello, dada la casualidad, en la eventualidad, si por alguna razón, tuviera dolor… Hermosa la ecuación en que un ser humano se traduce a un número.
Bastaría que en la CCSS tuvieran la delicadeza de observar cuántas veces acude mi hermana al servicio de emergencias local para que le den medicamentos para mitigar el dolor, para desmentir de forma categórica esa eventualidad a la que se refiere la señora directora del Servicio de Cirugía General y Unidad de Laparoscopía del HSJD.
Y en la carta, la directora, precisa: “En esta valoración no se anota que la paciente sea ni urgente ni prioritaria”.
Presumo que la “Dra. Julia Vargas Carranza” se refiere a la situación de mi hermana, es decir, a la enfermedad que ella padece, y que constantemente la obliga a ir a emergencias y a tomar numerosas pastillas para el dolor– con los efectos secundarios que ello conlleva–, porque hasta donde entiendo nadie en el mundo es urgente ni prioritario, dado que somos personas y no cosas.
Mientras termino de escribir esta líneas, a las 6:06 p.m. de hoy viernes 4 de septiembre, mi hermana está de nuevo a la espera de que la atiendan en la Clínica de Acosta, a la que va no menos de tres o cuatro veces al mes para que le aplaquen el dolor.
Ello no es motivo, si quiera, para que la CCSS por medio de su distinguida “Dra. Julia Vargas Carranza”, considere que si Maribel sigue esperando, quizá un día no tenga la fortuna de volver viva a su casa.
*El autor es periodista y director de EL JORNAL.
