OCTAVA ENTREGA

Por Carmen C.

(SÁBADO 01 DE MARZO 2023-EL JORNAL). Al inicio del primer año de Universidad, una vecina de Julia la contrató como niñera los domingos en la noche, para ella darse sus escapaditas con su esposo, estas horas las aprovechaba su hermano Salvador  para conversar con Julia acerca de sus anécdotas familiares y de cómo él se había convertido en un soltero solitario y así empezó entre ellos una relación cordial, sin romance , ni compromisos  que poco a poco se convirtió en costumbre y se extrañaban si por algún motivo no lograban coincidir alguna noche del domingo.

Julia había postergado la decisión de terminar con esa amistad que no le prometía ningún futuro, pero Salvador significaba el entretenimiento del fin de semana, y casi sin querer se había convertido en el novio que su padre le tenía prohibido y que siempre le recordaba con la misma cantaleta:

Si usted está estudiando, no debe tener novio. La verdad es que a usted eso es lo que le gusta, yo no la veo cocinando y haciendo oficio y la mujer que tiene novio es para casarse , no para ir a ninguna universidad.

Julia siguió de niñera y novia encubierta cuando su tiempo se lo permitía, sus estudios la mantenían muy ocupada y debido a su carrera tenía que realizar muchas prácticas que le demandaban periodos fuera de su hogar, situación que incomodó a Salvador, quien empezó una relación seria y después de seis meses una noche le dijo a Julia.

–Ya casi no nos vemos, no soy el mismo, soy 15 años mayor que usted, y usted solo piensa en sus estudios, la verdad es que esta relación resultó ser muy cómoda para los dos, pero cuando usted se fue tres meses a San Carlos hacer su práctica conocí a alguien, es una mujer de mi edad, tiene una niña de 12 años, y está dispuesta a ser mi esposa y acogerme en su casa. Estamos pensando en casarnos y vivir juntos, aunque sé que no es fácil.

Esta fue una noticia inesperada para Julia, quien no estaba lista para aceptar que su compañero y amigo la dejara por otra, pero su orgullo herido salió a flote y simplemente contestó:

¿Por qué no me lo dijo antes?

Usted tiene razón es momento de terminar, nos hablamos luego –Le dijo.

Llegó a su casa lloró un rato y luego se dijo así misma:   Ya aparecerá otro Salvador con quien compartir no solo domingos por la noche, sino otras experiencias que me generen mejor satisfacción, porque soy muy feliz compartiendo con alguien del sexo opuesto…Eso no lo puedo negar….

Así es mi querida amiga.

Todo se acaba y la vida da muchas vueltas y de repente algo nos traslada al pasado, le cuento de Salvador porque ayer cuando salía del correo escuché la voz de alguien que me llamaba, créame me costó reconocerlo, vi a un hombre muy entrado en edad, sin cabello, encorvado, caminando lento hacia mí, haciendo trencito mientras pronunciaba mi nombre, era Salvador, intentó contarme las causas de su desmotivación, pero interrumpí  sus quejas diciéndole :

–No nos hemos visto en mucho tiempo—
En la vida todo cambia, hasta nosotros….ahora somos más grandes y mucho más sabios, debemos agradecer a Dios por la oportunidad de vivir todos los días un día más…  y al igual que aquel día, antes de despedirme con un abrazo  le dije — nos hablamos —

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