PALESTRA
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 03 DE FEBRERO, 2016-EL JORNAL). A muchos de ellos vi vitoreando a Otto Guevara y a Oscar Arias en ocasión del fraude acaecido el 7 de octubre de 2007 con el referéndum sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana.
Y estaban en todo su derecho. Se sentían seguros de que el TLC no tocaría sus concesiones de taxi, porque éstas, como los grandes negocios en la democracia, han crecido bajo el alero del Estado que, precisamente, quisieron desmantelar con el referido tratado.
El control del clientelismo a la hora de entregar una placa de taxi es casi igual a la hora que hablamos de concesiones de buses, tajos, licitaciones, etc, etc.
La famosa “fuerza roja” jamás imaginó que el TLC apuntaría contra este lucrativo monopolio de los taxis, a la vez impedía los controles y la censura previa en la internet.
El gobierno de Luis Guillermo Solís y algunos políticos, empresarios e importantes familias que controlan hasta 10,20 y 30 placas de taxis, están atado de pies y manos para impedir las actividades de la multinacional Uber.
Tampoco han impedido las actividades de Uber naciones como Francia, donde constaté que la empresa brinda un servicio excelente con solo una simple aplicación desde mi teléfono celular.
Verifiqué durante el servicio del aeropuerto de París a la localidad de Mountriol que la empresa me había enviado por el mismo costo un chofer con excelente dominio del castellano, amistoso, impecable presentación personal y que la famosa “María” – en París también está presente- no estaba alterada.
Ya en San José un miércoles de estos quise evocar la experiencia parisina y contraté un Uber para desplazarme hasta Santa Ana. La sorpresa fue mayúscula, pues el costó se redujo a la mitad de lo que me han cobrado “amigos” de la “fuerza roja”, el chofer resultó amistoso y la presentación era también impecable; tampoco respiré el repugnante olor a tabaco ni a sudor.
Y viendo al exdirigente de la Federación Costarricense de Futbol, ex gerente de Cartaginés y Liga Deportiva Alajuelnse y administrador de empresas, Ing. Jorge Ortega, laborando honradamente con Uber, uno cae a cuentas de que no hubo una valoración adecuada de los efectos del TLC.
Ahora cualquier valoración que hagan quienes creyeron estarían al margen de los efectos del Tratado es tarde. Llevándoselos paga el diablo.
