PALESTRA
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 27 DE MAYO, 2015-EL JORNAL). El inminente juzgamiento en Estados Unidos de catorce dirigentes balompédicos de la región, incluyendo el costarricense, Eduardo Li, presidente de la Federación nacional de este deporte, abre hoy grandes flancos sobre qué es la justicia, hasta dónde llega, cómo ver el fútbol y cuántas caras ocultas tiene la corrupción.
El Departamento de Justicia norteamericano argumenta para detener a estos catorce dirigentes actos corruptos; erigiéndose además Estados Unidos como el país de la justicia y de cómo hacerla y cuándo llevarla a cabo.
Por un simple ejercicio lógico surge la idea de que ese país no solo está autorizado para estirar los brazos de la justicia en todo el orbe, sino que es la nación donde vemos, porque existe, incuestionablemente, el reino justo.
Viendo la televisión estadounidense una noche de estas me convencí de este “reino” de justicia, cuando un policía blanco mata por la espalda a un pobre negro que huía. Pocas horas antes la misma televisión informaba que otro uniformado que había eliminado un negro fue absuelto por la justicia.
Me trataron de convencer del justo fallo explicándome con un “experto” en leyes que es muy difícil una condena contra un alguacil en casos como estos, porque los policía son colaboradores de la fiscalía estadounidense, que a la vez es la acusadora, precisamente, por sus vejámenes.
No digo que la justicia estadounidense con sus quince departamentos y las siete agencias relacionadas con la justicia sea peor o mejor que los sistemas románicos; solo sospecho que estas veintidós instancias son más fáciles de mover a placer con fines políticos, comerciales o militares.
Solo así me explico que haya más de 50 millones de personas en ese país sin seguridad social estatal o millones de emigrantes explotados de distintas formas, y todo parezca justo.
Recordemos que esta misma justicia es la que legitima el injusto bloqueo a Cuba, justifica toda clase de vejámenes contra Venezuela y nos amenaza cuando una empresa gringa es sorprendida en Latinoamérica llevando doble contabilidad para evadir impuestos
Ahora bien, el hecho de que Estados Unidos se haya erigido como el sanador de la corrupta FIFA nos parece indicar que en este país la corrupción brilla por su ausencia.
Los grandes negocios con fábricas de uniformes deportivos, promoción de eventos, montajes de peleas de boxeo, o simplemente la organización de partidos eliminatorios de fútbol para mundiales debajo de la nieve, por ejemplo, están exentos de corrupción. ¡Una maravilla¡
Así, la detención de estos 14 dirigentes del balompié regional abre una discusión que va más allá del combate de la corrupción. Creo que el fútbol está repleto de inmoralidad como negocio. El debate es sí esa moral que se quiere imponer en el mundo, tiene algo de moral o si no es más bien un disfraz de inmoralidad.
Periodista abogado y notario UCR