Inicio Editorial La grandeza d...

La grandeza de Biden

EDITORIAL

(DOMINGO 21 DE JULIO, 2024- EL JORNAL). El Presidente Joe Biden ha renunciado a la carrera presidencial rumbo a las elecciones de noviembre 2024 al aceptar de manera implícita que no cuenta con las facultades físicas y mentales para afrontar la batalla contra Donald Trump.

Es un acto de grandeza en medio de las múltiples presiones, pero precisamente por estas, es que su salida de la carrera presidencial, al anteponer el interés del país y de su partido, tiene un alto valor.

Biden pudo empecinarse en seguir y consumar posiblemente, una derrota ante Trump, que tras el atentado en Butler, Pensilvania, se presenta hoy como un héroe indiscutido, salvado por la mano milagrosa de Dios que desvió la bala.

Después del debate presidencial en la CNN, el pasado jueves 27 de junio, en el que Biden tuvo lapsus delicados y su posterior confusión de Selenskyy con Putin en la cumbre de la OTAN, las cartas estaban más que marcadas, pero existía el riesgo de que Biden se resistiera hasta el final.

Ahora, a cuatro meses de las elecciones, Kamala Harris se perfila como la gran candidata demócrata. De hecho, Biden pidió el apoyo para ella. Es un intento, casi desesperado, del Partido Demócrata por nivelar las opciones contra un Donald Trump que pese a haber sido condenado y sufrido un atentado posteriormente, se mantiene firme y con grandes posibilidades de retornar a la Casa Blanca.

En este contexto es que el gesto de retirarse de Biden adquiere una grandeza que solo le reconocerá la historia si los demócratas logran enderezar los comicios y mantenerse así en el poder.

Biden ha cumplido ya, porque no es fácil, a cualquier edad, decile no a ese sillón presidencial, el más codiciado del mundo. Ahora es al aparato electoral demócrata el que le toca cumplir su parte y evitar que Trump vuelva al poder, porque eso será sinónimo de caos, persecusión de inmigrantes, tonos elevados y una incertidumbre global con un inquilino que se visualiza asímismo como un gran tiburón.

 

 

Artículo anteriorLa Regulación para la IA: la Punta del Iceberg
Artículo siguienteLas ‘pintas’ de Julio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí