(MARTES 30 DE MAYO 2023-EL JORNAL). Después de ganar un título tomar decisiones trascendentales es un oficio difícil. Está la embriaguez del triunfo a flor de piel y todo parece color de rosa.
No obstante, si Saprissa hila fino y analiza lo sucedido en el manejo del banquillo desde que Vladimir Quesada asumió como primero y emergente ante la salida abrupta de Jeautisn Campos, probablemente tome una medida drástica.
Y esa medida es que requiere de un técnico con una mayor jerarquía. Suena duro para Quesada, que es un empleado de la casa, pero acá no valen los romanticismos.
La forma en que el Saprissa fue dirigido en la final de la segunda fase y en la gran final abrieron un enorme paréntesis de si Quesada es el entrenador que el actual campeón necesita.
La inclusión de jugadores que no estaban en su mejor momento, la marginación de aquellos que sí atravesaban por un buen presente y los cambios en el desarrollo de los juegos son algunas de las variables que deberá considerar la directiva tibaseña.
Si Saprissa piensa en Concachampions y pretende luchar de principio a fin por el título en el torneo nacional, deberá mirarse varias veces en el espejo y determinar si con Quesada el barco marchará a buen puerto.
Son muchas las dudas que ha dejado el técnico. Tantas o más como las que dejó Andrés Carevic en el banquillo de enfrente.
La pregunta del millón de dólares es si se ha de destituir a un técnico que ha sido campeón. La respuesta debe ir de la mano con el manejo, y no solo con el resultado como parece a simple vista.
Si Saprissa se examina podría llegara una gran decisión, pese al trofeo que hoy tiene en sus vitrinas.
