(LUNES 03 DE JUNIO, 2024, EL JORNAL). Los antimadridistas no lo pueden entender, porque tienen un cerco mental que se los impide, pero el Real Madrid ha demostrado que la excelencia existe y que no es casualidad.
Seis Champions en diez años. Es un dato demoledor, pero frío al fin. Lo que hay que entender es que es un club que se gestiona con un sentido extraordinario y que pone su primer producto por encima de todos: el fútbol.
Luego viene toda la mercadotecnia, pero si no se tiene un equipo en cancha de calidad, nada de lo otro compensa y equilibra.
El triunfo ante el Borussia Dortmund de 2-0 en Wembley catapultó a los de Carlo Ancelotti como pocas veces ocurre en el balompié, pero un día después Florentino Pérez, en los actos públicos en Madrid, empezó a hablar de la decimosexta Champions.
¿Se nota la diferencia entre ganar por casulidad y tener un espíritu ganador? La grandeza del Madrid no tiene parangón y ya no vale salir a decir que era el equipo del dictador Francisco Franco, no solo porque es falso, sino porque ofende la inteligencia de quienes, desde Santiago Bernabéu a Florentino Pérez, han construido un club con una cultura ganadora digna de imitar.
Con el Real Madrid se pueden adoptar dos posturas: reconocer su grandeza o negarla por todos los costados, como los negacionistas de las vacunas, que seguían negando el valor de aquellas, a pesar de que tristemente se les acumulan los muertos a sus pies.
El equipo más grande del mundo no tiene, sin embargo, secretos: la excelencia es la clave de todo.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL