(MIÉRCOLES 28 DE SEPTIEMBRE, 2022-EL JORNAL). Algún vivillo, de esos que pululan en el fútbol nacional, cuestionó el por qué la fecha de despedida de Bryan Ruiz se programó para el 17 de diciembre, si el 18 se juega la final de la Copa del Mundo, lo cual contradice, según esa vocecilla anónima y astuta, la participación de la Selección en el Mundial.
Es un chiste de mal gusto, que alguna prensa nuestra, dada a seguir hilos inverosímiles, le dio ampliación sin ningún criterio. Tal es el desacierto que, por primera vez en mucho tiempo, tengo que darle la razón al presidente de la Federación de Fútbol, Rodolfo Villalobos, quien dijo que se hizo un drama innecesario alrededor del tema.
Y es cierto, porque poner en tela de duda la despedida porque el 18 de diciembre se juega la final, es una estupidez como el tamaño de una catedral.
Señores, colegas, hay que tener más criterio. Hay que evitar el comprar discursos baratos.
A raíz de esa cizaña, ahora hay jugadores como Waston y el propio Ruiz que hablan de que Costa Rica aspira a ser campeona del mundo. En otro contexto, ello tendría una valoración positiva, pero como pueden constatar, vasta que un charlatán suelte una ocurrencia, como el cuestionar la fecha de despedida del diez manudo, para que se desate una ola de insensatez y una cacería de brujas. Bienvenidos a Tiquicia.