(LUNES 05 DE ABRIL, 2021-EL JORNAL). Es evidente que el Saprissa atraviesa por una crisis futbolística que se refleja jornada a jornada en la cancha.
Siete juegos sin triunfar hablan por sí solos. Con la presencia de Roy Myers en el banquillo queda claro que el gran tema en el equipo morado no pasa solo por ahí, sino sobre todo por el talento.
El club no está en un buen momento, justo cuando tiene que enfrentar al Philadelphia Union, un conjunto que en organización deportiva supera con creces a su adversario.
El equipo no responde en la gramilla y ello evidencia falta de claridad en el banquillo, pero no en este donde está el mayor desafío, sino en que los hombres de pantalón corto den un mejor rendimiento.
Cierto que en este aspecto tiene mucha responsabilidad la dirección técnica, pero si por la víspera se saca el día, y si Walter Centeno ya tuvo problemas, los cuales se han extendido con la llegada de Myers, ello indica que hay asuntos de mayor envergadura que resolver en el equipo tibaseño.
Los 13 puntos que lo separan de Alajuelense en el campeonato y los siete de Santos, son una muestra inequívoca de que los morados viven horas bajas. Saprissa es hoy un equipo frágil en todas sus líneas y de la gloria que siempre le ha acompañado hoy exhibe poco.
La falta de miras en nuestro fútbol pasa la factura. Mientras el Philadelphia trae a Jim Curtin, que dirige al equipo desde 2014, hoy Myers apenas si suma unos cuantos partidos.
Es la amplitud de miras lo que hace que nuestro fútbol siga estancado en relación con los estadounidenses, los mexicanos y algunas veces incluso si nos comparamos con los canadienses, quienes ni siquiera tienen una liga profesional.
Este Saprissa en crisis es el que enfrentará al Philadelphia Union: a ver si lo de Concachampions es una ilusión de solo una semana.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.
