(LUNES 18 DE DICIEMBRE-EL JORNAL). Cuando un equipo que ingresó a la Primera División por la ventana y en 1949, es decir, de forma tardía en relación con Herediano, Cartaginés y Alajuelense, se convierte en el equipo más triunfador, surge la tentación de hablar de un ‘ADN’ ganador, pero por esa vía el análisis sería fácil y acomodaticio.
Saprissa es hoy tricampeón nacional y a su larga lista de títulos sumó 39, por muchas circunstancias, desde luego, pero hay un factor que marca la gran diferencia: la escogencia de sus jugadores. Tanto los nacionales como los extranjeros.
Desde tiempos en que estaba don Ricardo Saprissa, los morados explotaban la irrupción de los talentos como ningún otro equipo y ya en esta era moderna, mientras otros brillaban por sus fallidas contrataciones, los tibaseños acertaban en la mayoría de sus elecciones.
Eso explica, por ejemplo, la llegada de Mariano Torres, Adolfo Machado, que llegó a ser capitán, y ahora de Fidel Escobar, quien se convirtió en el mejor jugador de Saprissa del tricampeonato. Tanto como defensa central como contención, el futbolista canalero demostró una solvencia envidiable y un liderazgo en la cancha que marcó fuertes diferencias.
Si a la lista le agreamos a Luis Paradela y Javon East, descubiertos por Santos, pero repescados por Saprissa, entendemos por qué los morados salen campeones, mientras la Liga Deportiva Alajuelense sigue viendo pasar la caravana de los vencedores.
Se acuerdan de Ángel Tejeda (Hondureño), cuyo paso por los manudos nadie entendió; de Israel Escalante (Argentino) que venía precedido de que había pasado por Boca Juniors; de Dardo Miloc (Argentino) que tampoco sumó a la causa, y ahora de Leonardo Menjívar, la joya salvadoreña que es un proyecto a futuro, pero que no sumó nada a la aspiración rojinegra.
Mientras eso sucedía en Alajuelense, Saprissa ha sacado oro de sus contrataciones de jugadores extranjeros, quienes, como hemos visto, han llegado a hacer la diferencia.
La clave del éxito morado no hay que buscarla en elementos misteriosos ni esotéricos: está en saber elegir, porque en este cetro las figuras de Javon, Escobar y Torres fueron determinantes para el tricampeonato.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL