(MARTES 13 DE DICIEMBRE 2022-EL JORNAL). Bélgica quedó eliminada y en la conferencia de prensa inmediata Roberto Martínez anunciaba su renuncia. Brasil se fue a la calle e instantes después Tite era exseleccionador. México firmó un Mundial decepcionante al no avanzar a octavos de final y Martino solo regresó al DF a recoger sus pertenencias.
Igual le pasó a Luis Enrique Martínez, cuya selección vapuleó 7 a 0 a la Costa Rica de Luis Fernando Suárez. El presidente de la Federación Española, no le dio tiempo a pensar y nombró a Luis de la Fuente.
¿Por qué detrás de cada uno de los fracasos enumerados hubo acción y en Costa Rica no pasó nada?
La ciencia, la bendida ciencia, esa materia tan lejana y extraña para muchos desde la escuela ha venido en nuestro auxilio. La explicación la da con lujo de detalles
La Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM, por sus siglas en francés), que es la encargada de medir el tiempo que rige al mundo y en el que un nanosegundo tiene una importancia universal, da con la clave del por qué en Costa Rica siempre andamos atrás en todo.
Y resulta que el tiempo de los humanos y el tiempo astronómico no son exactamente iguales y aquí viene el retraso.
En la actualidad, hay 37 segundos de retraso entre el tiempo humano y el tiempo astronómico, y son los mismos que siempre lleva de retraso el fútbol de Costa Rica, con la Federación de Fútbol a la cabeza.
En cualquier lugar y tiempo se toman decisiones cuando hay fracasos, menos en Costa Rica. Eladio Carranza, del Comité Ejecutivo de la Federación, decía ayer, lunes 12 de diciembre, que hay motivos para revisar el contrato de Luis Fernando Suárez. ¿Lo ven, aquí están los 37 segundos de retraso? Mientras tanto, en otras latitudes, las políticas son diferentes y la España que nos goleó 7 a 0, ya no existe porque fracasó.
Y a la inversa también es válido el manejo: Francia tiene como norma que si su selección alcanza las semifinales, el entrenador tiene derecho a decidir si amplía su contrato o no.
En Costa Rica, la medida del tiempo, de la lógica y del sentido común son distintos: no importa lo que pase, incluso si sucede un fiasco de un 7 a 0, todo sigue igual
En ‘La vida sigue igual’, Julio Iglesias canta: ‘Al final, las obras quedan las gentes se van’.
Eso no pasa en la Federación de Fútbol, donde todo es felicidad y triunfos. La razón la ha explicado la ciencia de forma maravillosa: en la Federación llevan 37 segundos de retraso, y en ese otro mundo, brilla la magia y prevalece el carnaval.
