(MIÉRCOLES 03 DE MAYO 2023-EL JORNAL). En los lejanos años noventas a la Federación Costarricense de Fútbol se le llamaba la “Casa de los Sustos”.
Uno de los periodistas que más insistía en denominarla así era Javier Rojas González, con lo que significa este comunicador en aquellos tiempos, en los que además la radio tenía una presencia descomunal.
Pues bien, parece que hemos vuelto a esos tiempos, en los que todo podía suceder y las incongruencias ocurrían a menudo y cuando no era un comité era el otro el que tomaba decisiones que producían mucha controversia.
Tal es el estado de incertidumbre que el partido entre Puntarenas-Herediano, que se daba por un hecho que se realizaría en el estadio Ernesto Rohrmoser, podría efecutarse en el Miguel Lito Pérez y con dos factores de por medio: a puerta cerrada o con público.
Todo dependerá de lo que decida el Comité de Licencias y del curso que siga la apelación presentada por el equipo.
Faltan solo cinco días para la disputa del encuentro y al día de hoy ni la propia dirigencia naranja saben dónde van a jugar.
Todo esto es producto de un desajuste con un efecto dominó de por medio: si la cabeza del fútbol nacional está mal, el resto de los miembros andarán extraviados.
En este caso la ecuación se cumple de manera matemática. Si Javier Rojas se asomase un instante para ver lo que está pasando en nuestro fútbol, lo primero que diría es que la “Casa de los Sustos” sigue intacta.