(MARTES 19 DE JULIO, 2022-EL JORNAL). El que la bandera del Club Sport Cartaginés ondee nuevamente en todos los estadios de la Primera División, de entrada puede parecer un detalle menor, pero es un monumento a la persevencia, la fe, la confianza, la fidelidad y la lealtad de una afición que supo esperar 82 años para comprobar que el prodigio podía ser realidad.
A la par de la bandera brumosa, se registra el regreso de Puntarenas a la máxima categoría, lo cual favorecerá no solo al fútbol sino también a la provincia en general.
En un campeonato tan corto como el que comienza hoy con el juego Guanacasteca-Herediano, el buen arranque será clave para los equipos, puesto que no habrá tantas posibilidades de recuperar puntos perdidos como en versiones anteriores.
En ese sentido, no es extraño que el Cartaginés se apresurara a firmar a Marcel Hernández y que ya se haya asegurado la presencia de Brandon Bonilla para reforzar el lateral izquierdo. Los blanquiazules, para hacer honor a esa bandera que ondeará a lo largo y ancho del país, tienen que honrar el título con un gran torneo, y presentarse como serios aspirantes, a sabiendas de que se toparán con un Saprissa muy reforzado, una Liga que mantiene a su gran equipo y a un Herediano que tiene muchos recursos en cancha.
Además, en una segunda línea aparecen San Carlos y Sporting, que por las planillas que tienen deberían meter presión a los ya mencionados equipos.
En este contexto, se prevé que habrá un Apertura competitivo, pese a que el certamen será cortó y con pocas opciones de recuperación para los equipos que empiecen a rezagarse en las primeras fechas.
Será más que una maratón, una media maratón, en la que resistencia y velocidad deben equilibrarse para llegar con suficiente fuerza al tramo decisivo del campeonato.
Y ya veremos dónde se ubica la bandera blanquiazul al final de la travesía.
