(VIERNES 31 DE MAYO, 2024, EL JORNAL). Las explicaciones dadas ayer por Gustavo Alfaro sobre la ausencia de Leonel Moreira no convencen a nadie. Ni a la señora de Purral como diría el Presidente de la República, que ha hecho de esta señora su ideología y su norte, y ella es tan flexible que hasta tiene el don de la ubicuidad.
Leonel Moreira lleva siendo el mejor portero nacional, excluido Keylor Navas de la ecuación, hace buen rato, así que eso de que ahora sí parece que el arquero manudo está bien y hace unos meses no, es una respuesta no se la cree nadie, ni aunque haya pasado el tamiz del Big data.
Que alguien me explique cómo Patrick Sequeira es mejor que Moreira o el mismo Alexandre Lezcano.
Hay un ‘algo’ detrás de esas decisiones de no convocar a Moreira, porque en lo que le corresponde al guardameta, él ha cumplido con creces lo que demanda el sentido común: ser muy bueno en cancha y mantener una disciplina de equipo incuestionable.
De modo que venga el entrenador y se improvise una respuesta, porque no le queda otro remedio, es una salida que entiendo, pero sin ningún peso y sin ningún respaldo.
El portero de Costa Rica en la Copa América y en el comienzo de las eliminatorias rumbo a Estados Unidos 2026 deber ser hoy, Moreira. No sabemos dentro de seis meses si habrá otro portero en mejor momento.
Y el cuento chino que nos han contado durante casi un siglo es que a la Selección Nacional van los mejores. Ya sabemos que eso no es cierto. El mejor ejemplo: cómo un portero que no juega, o juega muy poco, y en una liga menor que la Primera División costarricense, hasta le alcanzó para ir a un Mundial.
Al intentar Alfaro justificar lo injustificable, lo que se hace es perder credibilidad. Lo hubiese sido dar una explicación acorde con la realidad y por qué no quieren a Moreira en la Selección Nacional.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL