(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 07 DE NOVIEMBRE, 2018-EL JORNAL). Se ha desatado una tormenta en torno a la suplencia de Keylor Navas en el Real Madrid y las voces, casi al unísono, piden su salida.
Quienes así piensan poco han reparado en la carrera de Navas: él desde que se vino de Pérez Zeledón a jugar en el Saprissa y en las selecciones menores, demostró que además de su talento, su fortaleza emocional era uno de los mayores rasgos que lo iban a distinguir en su paso por el fútbol.
La ruta de Navas en el Albacete, en el Levante y en el propio Real Madrid lo facultan para aguantar esta tormenta que se le vino cuando Florentino Pérez bajó su índice y dio la orden de que quería otro arquero.
Incluso, luego de que el Madrid quiso traspasarlo, al Manchester United, Navas ha ganado dos Champions contra todos los pronósticos por las circunstancias que lo rodeaban, no por supuesto, por su rendimiento deportivo.
De forma tal, que Navas está entrenado en asuntos de incertidumbre tanto como en ejercer de portero en el equipo más importante del fútbol, por lo que aunque hoy se perciba muy oscuro su panorama, mañana se aclarará brillará de nuevo el sol en su horizonte.
Por lo tanto, lo que debe de prevalecer en torno al tema de Navas es la tranquilidad y la mesura, y dejar que el tiempo ponga cada cosa en su lugar.