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Juego de espejos

(MIÉRCOLES 09 DE OCTUBRE, 2024-EL JORNAL). Mientras en Alajuelense todo son sonrisas, en Saprissa la realidad es de dientes apretados, pero lo verdaderamente extraño es que los tetracampeones no son los manudos, sino los morados.

Como diría el gran Eduardo Galeano, amante del fútbol, el mundo patas arriba. Y es que ello tiene que ver con un enfoque filosófico-pragmático, aunque las dos categorías sean difíciles de juntar, y pasa por la pregunta fundamental: ¿qué hago con la derrota?, o si se quiere ver desde la otra orilla, ¿qué hago con la victoria?

Tal parece que por ahora, los rojinegros han respondido mejor a esa interrogante y tras perder el centro con sus archirrivales, han logrado conformar un equipo que marcha viento en popa en todas las competiciones; contrario a lo que sucede con los tibaseños, que incluso prescindieron del entrenador que les hizo ganar tres campeonatos seguidos, como fue Vladimir Quesada.

De modo que ese juego de espejos entre Alajuelense y Saprissa es inevitable y hoy cuando cada uno se mire, se topará con realidades muy distintas, aunque en este del fútbol un giro de 180 grados se puede dar en un nanosegundo, ya ni siquiera en un segundo, para acudir a un término que emplea la Física, ahora que está de moda con los premios Nobel y con la Inteligencia Artificial.

En el fondo, más allá de las posibilidades que ofrece el presente para gestionar un equipo, lo que prevalece es la mirada humana, el sentido común, tan vilipendiado a lo largo de los años, y la capacidad de los dirigentes para guiar un proyecto tan grande como el de Saprissa o el de Alajuelense.

Lo que representan Alajuelense y Saprissa desde el punto de vista deportivo, económico y social, es extraordinario.

Y ello, señores dirigentes y futbolistas, no es un asunto menor. Esas camisetas, en un perenne juego de espejos, soy muy significativas para todos y cada uno de los seguidores de Saprissa y Alajuelense, por lo que demandan grandez y responsabilidad.

 

Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL

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