(LUNES 17 DE ABRIL 2023-EL JORNAL). No hay ninguna duda: Jeaustin Campos es el mejor entrenador que hay en el campeonato. Volvió tras el polvorín y el huracán que lo señalaban como racista y demostró en 90 minutos cómo se rescata un partido.
Frente a una Liga que fue mejor en el segundo tiempo y con un hombre menos desde el 65’, Jeuastin Campos supo manejar el ajedrez desde el banquillo, movió piezas, alteró órdenes y logró sorprender al adversario, consiguió el empate y de nuevo retocó el puzzle para sacar un punto con aires de victoria ante un Alajuelense al que, justamente, le cuesta reinventar los partidos una vez que corre la pelota en el césped.
Ser entrenador no solo conlleva un sólido trabajo en la semana y escoger luego el once titular, sino que hay que tener la táctica y la estrategia como banderas, porque en cualquier instante son necesarias y se ha de repensar cómo volver a sorprender al adversario.
Y ayer contra los manudos en el Fello Meza, Jeaustin Campos supo entender en tiempo real los cambios que necesitaba para darle nuevos bríos a su equipo.
Lo que no supo hacer, se mire por donde se mire, su colega Paulo Wanchope frente a Saprissa, al que vencía 1-0 cuando fue expulsado David Guzmán, circunstancia que no aprovechó para revertir la circunstancia de que los morados lo acorralaban.
Es interesante y necesario, solo con fines didácticos, comparar el proceder de Jeaustin Campos y Paulo Wanchope, porque mientras el primero se valió de los recursos técnico-tácticos para sacar a flote su objetivo, el entrenador del Cartaginés se enredó en sus propios hilos, sacó a sus dos mejores hombres en ataque y permitió que el rival, pese a contar con uno menos, adelantara a sus hombres en ofensiva.
Tras la jornada 18, recién disputada, no hay duda de que Jeaustin Campos tiene estrella y brilla con luz propia.
