(MIÉRCOLES 18 DE SEPTIEMBRE, 2024-EL JORNAL). Después de la fiesta de goles que fue el Herediano-Liberia, el entrenador rojiamarillo Jafet Soto brindó unas declaraciones llamativas, al aseverar qué pasaría si él pudiera dedicarse en un cien por ciento a su labor de técnico.
Llama la atención porque eso revela que no hay una estructura adecuada en el equipo florense, dado que Soto tiene que hacer de gerente, representante federativo y entrenador.
A todas luces lo que sucede en Herediano es una situación atípica y aunque algunos se la toman a broma, en realidad debería analizarse con cuidado, porque hay que buscar el profesionalismo en el balompié nacional.
No puede ser que hoy un jugador se retire y pasado mañana sea nombrado en la gerencia de un club. Esta situación pasa en una gran mayoría de los equipos de la Primera División. Igual sucedía antes con los exjugadores que se convertían en técnicos sin tener la preparación requerida.
En las declaraciones de ayer queda claro que una persona en un fútbol tan exigente, aunque todavía le falta profesionalismo, no puede limpiar la casa, atender a los invitados y de paso tener cuidar los carros.
Hay que focalizarse y un entrenador como Soto no puede tener tantas funciones a su haber, por lo tanto, ojalá que esas piedras que él se lanza a su propio tejado, lo lleven a una reflexión seria y, de una vez por todas, se decida a ejercer una sola actividad como miembro del Herediano.
Quizá esa multiplicidad de funciones ha hecho que el equipo rojiamaillo haya perdido fueye, y eso se nota en la calidad de los torneos que han hecho en los últimos certámenes.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL