(San José, 27 de octubre de 2012). En todas las comunidades del país los zapateros siempre han sido un personaje central por diversas razones, y hoy que este oficio está en vías de extinción, el diputado Claudio Monge, del Partido Acción Ciudadana (PAC), le propone a la Asamblea Legislativa crear el Día Nacional del Zapatero.
La iniciativa de Monge aspira a que cada 25 de octubre se celebre en el país el Día Nacional del Zapatero, con el fin de que se honre la memoria de un gremio que en su apogeo luchó y lideró trascendentales movimientos en beneficio de la clase obrera.
Dicha fecha es propuesta por Monge debido a que en ella la iglesia católica celebra el día de Crispín y Crispiniano, dos hermanos romanos que se dedicaban a la fabricación de zapatos que muchas veces compartieron con simpatizantes cristianos. Por profesar dicha fe fueron víctimas del emperador romano en el siglo III.
El propósito, según destacó el legislador, es que el costarricense valore en toda su dimensión la figura del zapatero, no solo desde su hacer, sino como un ente de cambio, vinculado a las grandes manifestaciones obreras de comienzo del siglo XX.
En ese sentido parece no haber discusión de que los zapateros, desde un principio, tuvieron conciencia de la necesidad de luchar por una mayor equidad social en el país.
No es extraño, por ejemplo, que Carlos Luis Fallas “Calufa” viviera al lado de un zapatero, y fuera en esas lides en las que el futuro escritor empezó a tomar conciencia de reivindicar a la clase trabajadora de Costa Rica.
“El zapatero no necesitó de estudios formales para demostrar su creatividad y beligerancia, inspirados por los temas políticos y sociales, lo cual los ubicó siempre en las primeras filas de las luchas y las conquistas populares con argumentaciones sumamente fundamentadas”, destacó Monge.
Cuando tenían fuerza como gremio, los zapateros aprovecharon esa condición para inspirar a los movimientos que luego darían paso a importantes conquistas en el ámbito laboral y el de la salud.
Sus esfuerzos, a su vez, quedaron plasmados en el Código de Trabajo promulgado en 1943 y contribuyeron a formar a la Costa Rica convocación social de la que hoy queda poco.
“La preocupación por una educación de calidad, fue motivo para que el gremio de los zapateros participara en la fundación de la Asociación Revolucionaria de Cultura Obrera (ARCO), precursora de los de partidos obreros nacionales”, comentó el diputado.
En la actualidad se desconoce cuántos zapateros quedan todavía en el territorio nacional, no obstante, sí se sabe que son muy pocos los que aún se dedican a este oficio.
El zapatero, además de prestar un excelente servicio a su comunidad, por lo general se constituía en el centro de las tertulias de su época y eran famosos, también, porque los lunes negros, dado que algunos se daban a la fiesta del alma los domingos y agobiados por tanta aguardiente no llegaban a laborar el primer día de la semana.
Esta imagen más mítica y más de aquellos tiempos, en nada ensombrece el gran legado de un gremio que se diferenció del resto por su capacidad para agruparse y por su solidaridad no solo entre sí, sino que también con el resto de obreros del país.