(LUNES 27 DE NOVIEMBRE-EL JORNAL). Jeaustin Campos habló el sábado en la noche sobre el caso de Freddy Góndola y Mariano Torres, y aprovechó el pase a la red que le hicieron para desportricar contra la dirigencia morada y la Asojupro, y 48 horas después no hay respuesta al hoy técnico del Herediano.
Lleva razón Campos cuando deja entrever que en torno al racismo en el fútbol de Costa Rica hay una enorme hipocresía. Para algunos es válido un proceder y para otros inaceptable. Vienen, entonces, los silencios.
¿De verdad hay preocupación por el racismo en el fútbol nacional? ¿O es una cuestión de solo pose? ¿Se ha dado racismo en un campo de fútbol? ¿Hay exceso de sensibilidad para sacar ventaja del oponente?
Son muchas las preguntas que se pueden hacer, porque hay quienes se presentan como angelitos, pero en la vida real no lo son, aunque de, pronto, aparecen como abanderados por la causa y convertidos en nuevos defensores del orden imperante.
Y es claro que Campos lleva razón cuando pregunta por la Asojupro. ¿Qué se hizo la Asojupro? ¿Ya no le interesa el racismo? Esta vez no hubo desfile por las radioemisoras ni por las televisoras. ¿Será acaso que un racismo sí se debe de denunciar y otro no?
Hipocresía es lo que hay en torno a este delicado tema y Campos lo esbozó sin medias tintas en la conferencia del sábado 25 de noviembre.
Hay que denunciar en toda su dimensión las acciones racistas, pero lo grave es querer utilizar expresiones, a veces propias de un campo de fútbol, para sacar provecho e izar falsas banderas.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
