DESDE LA CANCHA
(SAN JOSÉ, 08 DE MAYO, 2014-EL JORNAL). El que calla otorga dice el dicho. Pero no es mi caso. Creo que en algunas ocasiones los hechos hablan más que las palabras.
Había decidido no referirme más a mi paso por el CS Herediano, etapa que consideré muy buena y provechosa, tanto en lo personal como en lo profesional. Mantengo mi agradecimiento por esa oportunidad que me dieron, sin embargo, ante algunas declaraciones aparecidas en medios de información, con algunas insinuaciones y mediante la estrategia del chisme falso y malintencionado, posiblemente como consecuencia de la presión y el descontento de una mayoría de la afición rojiamarilla, han tratado de enlodar mi nombre para justificar mi salida.
Tengo mi conciencia tranquila por el trabajo serio y profesional que realizamos en el Team.
No me he querido referir al tema aunque tengo argumentos de sobra, porque prefiero enfocar mi energía en cosas positivas y hacia un futuro próspero.
Además porque sé que la gente inteligente, la cual es mayoría, tienen muy claro el trabajo que hicimos y también saben por dónde va la procesión.
He tenido la fortuna de trabajar ininterrumpidamente durante 25 años en el fútbol nacional, algo que no es sencillo en un medio como el nuestro. ¿Será que eso se puede conseguir sin disciplina, sin trabajo, sin conocimiento y sin un buen manejo?
¿O será que un equipo puede lograr lo que el CS Herediano obtuvo durante los últimos torneos? Entre otros un subcampeonato, un Campeonato Nacional, el mejor rendimiento obtenido durante los últimos 40 años por un entrenador. Y un fútbol que gustaba a propios y extraños. ¿Se podrá conseguir ese nivel jugando solo mejenga o haciendo el monito?
Por dicha, una mayoría de la afición rojiamarilla e inclusive de otros equipos han creído en mi trabajo y no en los cuentos chinos que algunos les quieren vender.
Además, también soy consciente de que la calumnia es señal de envidia.
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