Rafael A. Ugalde Quirós.
(SAN JOSÉ, 22 DE JULIO, 2013). Cuando en nuestro país había Estado Social existió un Ministerio de Salud que movía y removía cielo y tierra ante la mínima sospecha de poliomielitis, paperas, rabia, varicela, etc. ¡Había que ver a los empleados de este Ministerio cómo se ponían las pilas.
El diario La Nación informó el fin de semana pasado de que ya hay nueve víctimas de la influencia AH1N1. Y lo creo, pues cada vez con mayor regularidad vemos en la “tevé” a altos funcionarios del ministerio decirnos cuántos muertitos llevamos a causa de la influenza y el dengue.
Van bien contabilizados por hospital, edad, género y peso, con la recomendación, en el caso de la influenza, al final del anuncio: “cuidarse a la hora del estornudo” .Es decir, si usted se matrícula en un curso avanzado para aprender a estornudar, a lo mejor “se la juega” y con suerte asiste al Mundial de Brasil 2014.
Gensell Mayorga, una joven limonense de 24 años, con siete meses de embarazo y recursos financieros limitados, no tuvo esa suerte y fue otra víctima más más de la influenza AH1N1.
Llegó al menos doce veces al Hospital Tony Facio de Limón para que le atendieran los síntomas de una gripe fuerte y quienes la atendían en el Seguro Social la devolvían a su casa con la ración correspondiente de acetaminofén
Una vida más que se va víctima de la AH1N1 sin saber si aprendió a estornudar. Pero no se preocupe, el mismo diario informa que en el país traer una nueva vida en un hospital privado cuesta entre medio y más de un millón de colones. ¡Eso cuesta un parto.¡
Quienes tuvieron la brillante idea de desmontar el Estado Social tienen a su haber la confirmación de algo que los hitlerianos alemanes repetían hasta la saciedad: para depurar la raza humana deben morir los débiles.
Y la persona que no consume es una carga muy pesada que afecta a los “emprendedores”, por lo que deben desaparecer o pasar a ser ciudadanos de segunda clase. Así estamos en el país más feliz del mundo.
Periodista, abogado y notario UCR.