(MIÉRCOLES 11 DE SEPTIEMBRE, 2024-EL JORNAL). Brasil es hoy un gigante con pies de barro. Plagado de estrellas. Juntos suman el PIB de Costa Rica, para decirlo de una manera exagerada, pero solo son esos. Estrellas sueltas en el firmamento. El fútbol, aunque ya se haya olvidado, es un deporte de equipo. Decimos, a veces, que un jugador por sí solo gana partidos, como sucedía con Pelé y Maradona, pero es solo una forma de graficar un desempeño, en la realidad es imposible que ello ocurra.
Brasil hoy sufre el que no cuenta con un equipo para enfrentar las eliminatorias y por eso está a ocho puntos de Argentina y a seis de Colombia, en una situación insólita, y Dorival Jr. no encuentra los caminos para poner a funcionar a esa pléyade de futbolistas.
No basta con Vinicius, Rodrygo, Endrick, Bruno Guimaraes, Paquetá, Marquinhos, Rafinha, Becker y Danilo, solo para nombrar a algunos.
El mundo está sorprendido porque Vinicius no es el mismo del Real Madrid y hay que entender que son entornos diferentes y que los futbolistas no son una máquina y que no siempre pueden jugar bien.
El calendario internacional en la actualidad es una locura: yo estoy esperando, eso sí, en ver al primer gran «crack» plantarse y decir: «hasta aquí llegué, tales competencias no las juego». Están matando a la gallina de los huevos de oro entre la FIFA, Conmebol y la UEFA.
Ese es, sin embargo, un asunto para una columna completa.
Aquí quiero resaltar que si no hay un trabajo que valide la función de equipo, y las selecciones por lo anteriormente apuntado del calendario cada vez tienen menos tiempo, entrenan justo lo necesario y así es muy difícil formar equipo.
Los brasileños no son un equipo. Y lo dicho al respecto para el «Scratch du oro» opera para la Selección de Costa Rica, a la que todavía le falta muchísimo trabajo para aplicar de memoria los automatismos en defensa, mediocampo y ataque.
Que nadie se engañe, estamos lejos de ello y contra Guatemala, hace dos días, quedó demostrado.
Es así, por la falta de una funcionalidad colectiva, como Brasil es un gigante con pies de barro.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
