(JUEVES 08 DE AGOSTO, 2024- EL JORNAL). Me asombra ver que le reprochen a Alajuelense haber sufrido para ganarle al Luis Ángel Firpo, en juego disputado en el estadio Mágico González. Fue un partidazo y quedarse con esa imagen del sufrimiento es ver el vaso medio vacío, en vez de verlo medio lleno.
En todo juego, los equipos tienen sus momentos y en este fue espectacular la forma en que la Liga iba obteniendo los goles y la manera en que el Firpo respondía.
Ya vendrán otros a puntualizar los muchos yerros defensivos, pues claro, dado que el fútbol está hecho, desde siempre, de error y virtud.
Entonces, restarle méritos a los manudos porque se toparon con un equipo que aprovechó a las mil maravillas los flancos que dejaron en defensa, es castigar al vencedor.
Es obvio que a lo interno, Alexandre Guimaraes tendrá en su libreta de apuntes los elementos a mejorar de cara al próximo encuentro de la Copa Centroamericana, pero el resultado y del desenvolvimiento en el terreno de juego merecen un aplauso, al tiempo que Alajuelense fue el equipo que mejor jugó de los costarricenses en disputa, porque Saprissa y Herediano ganaron con presentaciones, ahora sí, más que grises.
Los morados con el obsequio de un gol que no fue y los rojiamarillos con la ventaja de jugar con un jugador más durante 45 minutos, ante una expulsión que fue un fingimiento de Fernán Faerrron y que el árbitro puertorriqueño, José Torres, vio como agresión del paraguayo Renzo Carballo.
De los equipos costarricenses, los rojinegros fueron los mejores y lograron un excelente triunfo en El Salvador, aunque muchos digan que fue con sufrimiento.
Los que hablan así, de seguro, siguen muy de cerca la liga extraterrestre que se juega en Marte, donde predomina el paraíso y se gana por arte de magia y sin una gota de sudor.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL