(LUNES 26 DE FEBRERO-2024-EL JORNAL). Este fue el grito que al final del partido predominó en el juego Alajuelense-Herediano, un encuentro en el que el equipo rojinegro volvió a demostrar sus muchas carencias de cara al gol.
Ese no es, sin embargo, el gran problema de la Liga en la actualidad, sino que la bola de nieve que amenaza la estabilidad rojinegra es la credibilidad que ese cuerpo técnico, encabezado por Carevic, arrastra de temporadas anteriores.
Ya los manudos están cansados de tantas promesas, porque no saben si vivir en el pasado, en el presente o en el futuro, y cuando ello sucede cada error es una potencial chispa para desatar un incendio.
Un título en 10 años, en los que se han disputado 20 campeonatos cortos, son números propios de un equipo pequeño y por esa senda ha transitado Alajuelense, de modo que sus aficionados ya están a punto de tirar la toalla, como admitió uno de ellos, quien dijo, al final del juego del sábado anterior, que se había prometido no volver al Morera Soto.
El liguista quiere recobrar la confianza, pero sin goles, como les sucedió una y otra vez frente a Herediano, lo que se cultiva es la duda y la sensación de que es un equipo al que administrativamente no le falta nada, mientras que en la gramilla se observan muchas incoherencias, como a Michael Barrantes queriendo ganar el partido solo.
O el ejercicio reiterado de pasar a Carlos Mora de lateral derecho cuando más lo necesita el equipo en ataque. ¿Alguien puede explicar esta ecuación de Carevic?
De ahí que el grito “fuera Carevic”, que se volvió a escuchar el sábado en el Morera Soto, más que extraño se empieza a ser habitual, mientras en la zona mixta los jugadores se siguen echando la culpa, pero sin asumir su responsabilidad en el terreno de juego.
Todo el peso recae sobre Carevic, quien ha de saber que jugar bien, también significa mejorar en definición y aquí Alajuelense tiene un enorme debe.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL