(MIÉRCOLES 13 DE SEPTIEMBRE-EL JORNAL). El fútbol de Costa Rica está a las puertas de tomar una de las decisiones que más le influirá en los próximos cuatro años y mucho de esa determinación está en manos de Claudio Vivas, el actual director de Selecciones Nacionales.
Después de ver lo que sucedió ayer ante Emiratos Árabes Unidos, en un juego en el que la Selección salió a jugar como si el adversario fuese Arabia Saudita, a la que había enfrentado cuatro días antes, cabe preguntarse si Vivas es la persona indicada para dar la recomendación de mayor peso en la elección que se avecina.
La escogencia del próximo entrenador, en la que todo apunta a que será un extranjero, debería existir una pluralidad de voces competentes, y no solo la de una persona, Vivas en este caso, porque ver la realidad desde un solo lente es peligroso.
Ya pasó con Matosas, aunque algunos dirán que ahí hubo una comisión, pues peor todavía, si una comisión se equivocó de tal manera, una sola persona puede poner el acento en el lugar equivocado.
Más allá de la goleada, que para efectos de un amistoso eso no es tan relevante, lo preocupante es que Vivas haya enfrentado el partido como si fuera el ya disputado días antes. Cómo se confirma este hecho: salió con el mismo planteamiento y con un 95 por ciento de los jugadores que utilizó ante Arabia, cuando era una oportunidad para hacer variantes, sobre todo, porque el rival tenía otras características.
Y luego, la interpretación del partido por parte de Vivas no existió. Creo que se dio cuenta muy tarde de que los Emiratos era un equipo que presionaba totalmente distinto a la Arabia de Mancini.
Por eso, dejar que Vivas sea el arquitecto de la próxima designación me despierta muchas dudas y me produce insomnios, y más cuando se han descartado a los técnicos nacionales, precisamente solo porque son costarricenses, y carecen de ese acento al hablar que a los otros los vuelve cracks del banquillo, como si todo se tratara solo de un acto de magia.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
