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Entre balones y rumores

(SAN JOSÉ, COSTA RICA, VIERNES 28 DE AGOSTO, 2020-EL JORNAL). Cuando surgen las excusas el fútbol entra en un callejón sin salida. Es lo que pasa en la Liga, que parece que poco a poco se va contaminando del caos que vive el Barcelona, que se olvidó del factor más trascendente que puede sacar a un equipo adelante: el balón.

Es en la cancha donde se solucionan esos dimes y diretes. No son rumores, señor Carevic. Lo que sucede en el equipo rojinegro poco o nada tiene que ver con la prensa. Salir a decir que los rumores afectan a su familia es un argumento impropio. Lo mejor en estos casos, si vamos a ser serios, es dejar, precisamente, a la familia de lado, que ella continúe en lo suyo.

Es en el campo de juego donde se resuelven los errores y se corrigen los vacíos de un conjunto y es ahí donde Alajuelense tiene que demostrar su valía.

No hay duda de que los manudos tienen un gran equipo, el cual debería de pelear por el título en este Apertura, pero deben olvidarse de justificaciones baratas.

A las palabras de José Luis Cordero de que los rojinegros son un equipo previsible, le tienen que responder en la gramilla. Cuando la pelota empieza a correr tiene que surgir la magia, la inteligencia, la creatividad.

Eso es lo que le está faltando al cuadro liguista: recobrar la ilusión y la confianza en el campo, porque de lo contrario la credibilidad se va a ir minando, tanto por parte de los aficionados como por el propio jugador.

Que se dé cuenta Carevic de que esto no es Disneylandia. Esto es Costa Rica. Este es el Apertura y para ganar hay que sudar, prodigarse y creer en lo que se plantea en el terreno de juego.

Las excusas no llevarán jamás a la Liga a su corona número 30. El talento. El ADN de equipo triunfador sí. Y es responsabilidad de Carevic recuperar las mejores sensaciones y trazar el camino, antes de que sea muy tarde y sea otro al que le corresponda el festejo.

 

 

*El autor es periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.

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