(JUEVES 22 DE OCTUBRE, 2020-EL JORNAL). El Papa Francisco, que se ha destacado como un gran comunicador, ha explicado en un documental que se presentó en Roma el miércoles 21 de octubre, que está de acuerdo con una ley para uniones civiles de las personas del mismo sexo.
De inmediato las afirmaciones del líder de la Iglesia Católica le han dado la vuelta al mundo, sin que se haya reparado en el fondo de sus declaraciones.
Lo que hace el Pontífice es desmarcarse con elegancia de la posibilidad de que se establezca el matrimonio gay, situación que ha rechazado su Iglesia a lo largo de 2000 años.
Aunque Francisco se ha mostrado comprensivo con los homosexuales y así lo hizo saber al principio de su pontificado, cuando al regreso de un viaje a Brasil dijo que en el avión a los periodistas: «¿Quién soy yo para juzgar a una gay?»
La apertura de Francisco a que haya una ley que proteja a las uniones gais ha eclipsado la otra cara de la información: su oposición implícita al matriomonio gay, que es lo que reclaman alrededor del mundo dichos colectivos.