Rafael A. Ugalde Quirós.
(SAN JOSÉ, 31 DE OCTUBRE, 2013). ¡Guerra al racismo en los estadios! ¡No más insultos desde las graderías! ¡Tarjeta roja a los racistas!, son algunas de las expresiones que sintetizan el clamor social de poner fin a este nuevo tipo de violencia y descalificación social dentro del fútbol tico.
Para el presidente de la UNAFUT, Osvaldo Pandolfo. “el Tribunal Disciplinario aplicará el reglamento a rajatablas para sancionar drásticamente los insultos racistas”, ocurridos en el Estadio del Deportivo Saprissa y del Cartaginés.
Durante el partido en que el cuadro morado venció 2-1 al Puntarenas el portero exsaprissista y ahora guarda tubos de Puntarenas, Víctor Bolívar, soportó toda clase de insultos que incluía a segundas personas, mientras en Cartago, que jugaba contra Herediano, la víctima fue Waylon Francis, por su color de piel.
Este tipo de discriminación, que no es única en la sociedad costarricense, surge ahora como uno de los mejores negocios, luego de que el Comité Disciplinario “descubriera” que hay que tocar los bolsillos de los clubes por estas anomalías. Impuso multas por medio millón de colones que ingresarán a las arcas del disciplinario para fines burocráticos.
En declaraciones públicas Pandolfo defendió la Unafut y dijo que ella está atada de manos para poder ser más severos con las sanciones para este tipo de actos. Según él, se aplicó por parte del disciplinario el reglamento sobre el tema.
Por tanto, a juicio de Pandolfo, si no hay una mayor sanción contra esta práctica detestable es porque el reglamento no las contempla.
Coincidiendo con estas ridículas multas por denigrar la dignidad humana desde los reductos deportivos, la FIFA y la FEDEFUTOL abogan por mayores penas, que van desde quitar puntos a los equipos hasta bajarlos de categoría.
Según versión recogida por distintas agencias de prensa internacionales, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, pidió endurecer los castigos para este tipo de comportamiento en los partidos de fútbol.
Aboga porque quiten puntos y que se expulse de los campeonatos a los equipos cuyos aficionados, escondidos en una supuesta libertad de expresión, escojan los insultos raciales como desahogo de sus crisis existenciales.
Contrario a lo que piensan los que defienden la simple prohibición de ingresar a los estadios de estos racistas, Blatter considera que la solución al problema pasa por medidas radicales.
De acuerdo con pronunciamientos públicos realizados por dirigentes de la FEDEFUTBOL ellos están de acuerdo con la tesis del máximo jerarca de la FIFA, pero a partir del próximo campeonato nacional.
Rafael Vargas, secretario de la FEDEFUTBOL, opinó que el llamado de Blatter es una invitación a las distintas federaciones del orbe para que ellas actúen y no esperen a que la FIFA tome cartas en el asunto.
Basta indicar que los clamores racistas en los estadios no son nuevos. La novedad radica ahora en que un mal creciente se traduce en recursos financieros, como si el dinero tapase la indignidad con que otros ticos tratan a sus semejantes.
En anteriores oportunidades la Defensoría de los Habitantes ya había advertido sobre este síntoma, sin encontrar mayores ecos.
Carencia de eco también como cuando el presidente de la Asociación de Jugadores Profesionales (Asojupro), Reynaldo Parks, en algún momento consideró “inaceptable” estas manifestaciones de costarricenses supuestamente alfabetizados.
Periodista, abogado y notario, UCR.