(VIERNES 11 DE NOVIEMBRE 2022-EL JORNAL). Luis Enrique Martínez, el seleccionador español, que siempre parece un tipo listo para ir a la guerra, a veces tiene sus instantes de humor, y hoy ha dicho que no hay ninguna duda de que es “el mejor entrenador del mundo”.
Después de dar razones del por qué de esa afirmación, de inmediato se autodesmiente y aterriza que desde luego no es cierto, pero que le corresponde creérselo.
A mí me gusta este tipo de salidas, porque en el fondo predisponen de forma positiva a quien reflexiona de esa.
Cuando Hernán Medford asumió como seleccionador nacional dijo que aspiraba a que Costa Rica fuera campeón del mundo. Hubo críticas y risas entonces, pero ha sido la mejor salida del técnico nacional en su historial desde el banquillo.
A diferencia del resto de las selecciones que irán al Mundial de Catar, la estrella de España no es Busquets, ni Ansu Fati, ni Ferrán Torres, ni Carvajal, ni Jordi Alba, porque la luz del mundo le pertenece a Luis Enrique.
Él es la verdadera estrella, la que enfrentará Costa Rica en su debut en Catar y por si alguien anda despistado, ya Luis Enrique dijo que el equipo podría carecer de todo, menos de miedo. Es decir, que España será un equipo que presionará muy alto, que jugará cuando recupere el balón, con transiciones muy rápidas y que en definitiva su juego será de riesgo los 90 minutos.
Ese soy “el mejor entrenador del mundo”, más que verlo como una fanfarronería, en su declaración de intenciones. Ya España empezó a jugar el Mundial, mientras nuestro técnico, Luis Fernando Suárez, lo que dice es que no le gustan los fogueos.
Son maneras de ver el mundo. Maneras de ver el fútbol, pero esa diplomacia del ser y no ser que practica el entrenador de la Selección Nacional, quizá no es para nuestro tiempo.
En fin, que no hay ninguna duda de que Costa Rica enfrentará al “mejor entrenador del mundo”.
