(LUNES 18 DE MARZO-2024-EL JORNAL). A falta de temas por el pobre reporteo que existe hoy en el periodismo, hay un afán abrumador porque vuelva a los banquillos Óscar el Macho Ramírez, o el Machillo, como le decían sus más cercanos allegados.
Hay que decir que al Machillo le gustaba estudiar a sus rivales, era prodigioso en usar la táctica como herramienta fundamental en el fútbol, pero no era Johan Cruyff, como quieren hacernos ver algunos medios de comunicación.
Si su capacidad económica le permitió retirarse tras su paso por la Selección de Costa Rica en Rusia 2018, donde, de paso, se pudo aspirar a mucho más, esa decisión debe entenderse en toda regla.
Pero tratar de poner al Machillo como el nun plus ultra de los banquillos no solo es un error, sino que falsea la realidad. Que la crisis de Alajuelense haya hecho que su paso por este club como entrenador se agigante con el paso del tiempo, eso es otra historia.
De modo ta,l que ese personaje aislado, casi rebelde, solvente, que se retira a su finca de campo a trabajar porque no quiere nada con el fútbol, pese a lo cual cada vez aparece más en ciertos medios de comunicación, no solo no es creíble, sino que es un poco corrongo, para ponerlo en palabras de Carlos Morales.
Lo que más bien parece, debajo de ese yo no quiero, no me interesa, eso es cosa del pasado, ya eso no va conmigo, que el Machillo se ‘quema’ por dirigir, pero no quiere dar el brazo a torcer, porque tendría que admitir que con la Selección Nacional cometió varios errores que no debió permitirse, como dar demasiado poder a un selecto grupo de jugadores.
En fin, espero que haya quedado claro que el Machillo no era Cruyff.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL
