(LUNES 14 DE JUNIO, 2021-EL JORNAL). En el Juego Infinito Jorge Valdano acepta que al fútbol se lo tragó el capitalismo. Esa batalla está perdida. Lo que asombra, sin embargo, es que ese afán por el dinero no sea capaz, ni un instante, de pararse a reflexionar para que haya respeto por los futbolistas.
Lo sucedido con Christian Eriksen en el Dinamarca-Finlandia fueron momentos dramáticos que afectaron a todos los que estaban en el Telian Parken, pero sobre todo y ante todo a los compañeros del mediapunta.
Que la UEFA haya decidido que dos horas después se reanudase el juego, como si nada hubiera pasado, es una vergüenza y un proceder reprochable desde cualquier punto de vista.
Michael Laudrup, exjugador del Barcelona y del Real Madrid, elevó la voz por haberse jugado el partido ese mismo día, que, como era casi lógico, demostraría que los daneses no estaban para disputarlo.
““Cuando pasan estas cosas, el jugador está en la agonía de las emociones y no tiene una visión general para tomar decisiones importantes. Debe haber alguien que diga ‘ahora hacemos esto, y ahora nos detenemos aquí’”, dijo.
Peter Schmeichel también unió su descontento al de Laudrup: “ «Ha sido totalmente ridículo que la UEFA haya optado por una solución como esta. Ha pasado algo terrible y la UEFA le ha dado la opción a los jugadores de jugar los últimos 55 minutos o volver a las 12 de la mañana de hoy, ¿qué clase de opción es esa?”
Es una absoluta falta de respeto. Es cosificar a los jugadores e incluso al público. Viva el dinero, solo el dinero y nada más que el dinero, es el mensaje claro y sin apelaciones de la UEFA.
Todos los entes que intervinieron en la emergencia de Eriksen: el árbitro Anthony Taylor, el capitán Simon Kjaer, los cuerpos médicos y la afición, que mantuvo una conducta ejemplar, estuvieron a la altura de la gravísima situación, excepto la UEFA, que con su mercantilismo dio al traste con una reacción para la historia.
El fútbol, por más que nos interese, jamás debe de estar por encima de la salud y el ser humano, por eso hay simbologías que han de respetarse, pero si se atropellan como lo hizo la UEFA, es porque este organismo solo piensa en el business: pase lo que pase el negocio debe continuar.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.