PALESTRA
(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 06 DE ABRIL, 2016-EL JORNAL). No soy timbalero, maraquero, ni compongo canciones de doble sentido. Pero cuando vi el suplemento “Forja” del Semanario Universidad y la seriedad en que abordan al prócer José Martí, gracias a ese maestro en literatura, José Eduardo Mora, pequeñín en estatura y “goliática” sagacidad, me hice la pregunta cómo vería hoy el poeta cubano las andanzas del presidente Barack Obama en nuestra complicada América Latina.
Me temo que Obama solo tiene la versión light de Martí divulgada por faranduleros, la radio y la televisión contrarrevolucionaria financiada desde Miami a un costo de $ 30 millones anuales; solo con la esperanza de que la llamada “oposición” surja desde adentro y termine con “los Castros”
La realidad es que , Martí vivió, efectivamente, por cierto nada cómodo, en las entrañas del imperio, o hizo de cronista deportivo o de excelente caricaturista, añorando su regreso a la amada Antilla.
No pensaba en regresar a la tierra de Obama y prefirió morir peleando en la localidad de Dos Ríos (19/5/1889) , que regresar a la cuna del imperialismo. Con Martí algunos inescrupulosos han querido cometer las mismas injusticias llevadas a cabo con el prócer nacional Juan Rafael Mora Porras, a quien poco falta colocarle las banderas socialdemócratas o socialcristiana.
La realidad es que para Martí y Mora, cualquier grado de esclavitud, por pequeña que prevalezca, es sinónimo de falta de libertad, y la falta de ella, nos obliga a tomar los derechos y jamás mendigarlos.
Martí estoy seguro que hoy estaría en pie de lucha contra la base de Guantánamo; recibiría, cierto y por amor, con una rosa blanca a quienes durante medio siglo bloquearon su país, pero firme les recordaría aviones explotados en pleno vuelo por terroristas, bombas en los hoteles, guerra bacteriológica contra la agricultura, etc.
Entregaría una rosa blanca cultivada en junio como en enero, pero su voz por la autodeterminación de los pueblos, el respeto por la soberanía y la igualdad entre naciones, que a Obama a veces le cuesta comprender a pesar de su coeficiente intelectual de lujo, cimbraría en la mesa mientras su tupido bigote se mueve como ondas en la mar..
No es un canto al pasado acompañado de timbales y maracas, como algunos quieren que entendamos la crucial situación que vive nuestra América. Es que Martí jamás sería neutral frente a la contrarrevolución venezolana, que ve ahora la posibilidad de entregar el país forjado con sangre, por nuestro otro hermano Simón Bolivar.
Jamás en nombre de una libertad elitista y restringida cerraría los ojos ante los intentos de golpe de la derecha en Brasil, el cerco que las elites tratan de tender a Evo Morales y a su movimiento de indios y desarropados por cinco siglos de inequidad y exclusión en Bolivia.
Su pluma hoy estaría centrada advirtiendo a los pueblos sobre el peligro que implica para la soberanía el monopolio de las semillas a favor de quienes quieren esclavizarnos con alimentos transgénicos.
Y estoy seguro también que Juan Rafael Mora cerraría filas con Martí en cuanto a la manera que quieren esclavizarnos saqueándonos las fuentes de agua potable. Contra quienes nos quieren controlar con un ALCA que no es libre ni hay comercio justo.
Ambos estarían en el mismo acto sublime de la lucha, que no es otro que la entrega de la vida, si es del caso, después de comprobar, como dijo Martí, que los hombres, se dividen en dos bandos: los que aman y fundan; los que odian y deshacen”.
Periodista, abogado y notario UCR