(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 15 DE DICIEMBRE, 2017-EL JORNAL). El próximo domingo en el marco de la cuadrangular final, el Herediano tendrá el dilema de si hace honor a sumagnífica historia o se deja arrastrar por los aires del momento, y le da un severo golpe a su propia imagen.
El hecho de que el equipo pueda jugar con sus juveniles ante Pérez Zeledón puede ser lícito, como lo refrenda la UNAFUT, pero hasta dónde este proceder es ético y hace honor al Herediano de las grandes campañas nacionales e internacionales, como reza una de las canciones que aluden al equipo.
Creo, además, que se equivoca el Presidente de UNAFUT, Julián Solano, al asegurar a La Nación que si el equipo juega con su alto rendimiento es un proceder ético. Asumo que Solano se refería a que el hecho puede ser lícito, pero de ahí a que sea ético hay mucho trecho.
Santos, que frente a los generaleños, el pasado miércoles 13, no se jugaba nada, excepto el demostrar que es un equipo con carisma, compromiso, lealtad, salió al Ebal Rodríguez con el afán de dejarse la vida en el campo.
Eso mismo es lo que debería de hacer el Herediano, pues de lo contrario podría parecer que perder ante Pérez Zeledón le conviene y que estaría tratando de elegir a su rival de la final de una manera poco ortodoxa.
Todo, de nuevo, puede hacerse dentro del marco de lo legal, pero en la vida y en el fútbol hay que ir más allá y demostrar que una institución tan gloriosa se comporta con honor y con altura.
Las declaraciones del entrenador Hernán Medford, de que dará descanso a sus jugadores para la final, ha desatado una serie de conjeturas que llevan a pensar, incluso, que el equipo rojiamarillo podría utilizar a sus juveniles el próximo domingo.
Considero que el Herediano debe resguardar la gran historia que lo precede con 26 títulos nacionales y optar por el juego limpio el próximo domingo.
Solo así lograremos que este fútbol nuestro deje de ser tan aldeano y que merezca ser una de las selecciones clasificadas al Mundial de Rusia 2018.
