(SAN JOSÉ, COSTA RICA, VIERNES 21 DE AGOSTO, 2020-EL JORNAL). A Florentino Pérez siempre se le ha visto como un personaje dictatorial, que llegó al Real Madrid solo por su poderío económico y para aprovechar esa vitrina debido a su fracaso en la política.
Todo ello puede ser cierto, pero lo relevante es que le devolvió al Real Madrid la grandeza deportiva y le dio la estabilidad financiera que el club requería.
Hoy, que en Barcelona arden las pasiones y hay lamentos por doquier por la probable marcha de Lionel Messi y en el equipo blanco hay calma, no estaría mal que los azulgranas vuelva la mirada hacia Madrid.
Aunque ambos equipos son archirrivale, no estaría mal que Cristóbal Soria intercediera para que hubiese un acercamiento administrativo entre ambas instituciones y le puedan pasar unos tips al errático Josep María Bartomeu, el presidente azulgrana que podría pasar a la historia como el mayor fiasco administrativo.
Incluso, con el 8 a 2 propinado por el Bayern Múnich, y el caos que hoy predomina en el equipo catalán, ya no hace falta que se le vaya Messi para que ostente ese título de por vida.
Hace mucho rato que los grandes clubes son verdaderas empresas. Eso, para asombro de la humanidad, no sucede todavía en el Barça, en donde la estructura de socios hace que la directiva funcione como en los años setentas.
Sucedió y pasa en Costa Rica, donde Alajuelense es el equipo que todavía apela a esquemas de antaño, mientras el Saprissa ya dio el salto para ser manejado como una compañía.
Los tiempos que se viven en el Barcelona son agitados e inciertos, como consecuencia de haber dejado que el vestuario se apoderara del club. Le sucede hasta a los grandes.
De ahí que no estaría mal que el Barça se mirase en el espejo de Florentino Pérez y su trayectoria en el Real Madrid. Que haga uso de aquella vieja frase falsamente atribuida a Maquiavelo: el fin justifica los medios.
*El autor es periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.