PALESTRA
(San José, 23 de diciembre de 2012). Pienso con el mayor respeto del mundo que los grandes cambios en la humanidad comienzan en el alma y el cerebro de cada uno de los que habitamos del planeta. ¡Acción y praxis llaman eso!
Así que esos programas orientados a meter miedo con el fin mundo no van conmigo. Y menos cuando los escritos Mayas hablan del fin de una “era” como llamada de atención en torno a que hombre y naturaleza son uno y a la vez dos.
pseudo científicos inventaron que los Mayas hablaron de “profecías del fin del mundo”, cuando la filosofía de este pueblo nunca lo planteó así. Otros reafirmaron esta mentira del “ fin del mundo” para defender una “ciencia”, que hemos visto es deficiente por arrogante.
Así, un brinco del 2012 al 2013 en lo particular no me dice absolutamente nada, puesto que el sistema cronológico de medición que aún uso me engaña constantemente. Cuando me indica que son las doce es porque ya entré a lo que llaman “presente” y me dirijo al inquietante “futuro” y de nuevo llegué al “pasado”.
La división de “pasado”, “presente” y “futuro” es solo una cómoda ecuación que tiende a engañarme y a estresarme. Esta eterna mentira lleva a veces a que vivamos anclados en nefastos recuerdos del “pasado”
Ahora bien, si el “pasado” nos sirve para balancear el “ya”, es porque rompimos con el anclaje y de seguro corregimos desde ya cosas del mañana.
En política y filosofía esto es claro: si hoy el mundo vive un gobierno de pillos, por ejemplo, es ni más ni menos porque la generación a la que pertenecemos no “balanceó” el “presente” mentiroso, cuando nos tocó vivirlo. No sospechamos, por tanto, nada sobre el “futuro”. Por eso le decía, que de usted depende un buen 2013, o que los pillos sigan a cargo del gobierno mundial. Que tenga un buen 2013.
