(VIERNES 28 DE ABRIL 2023-EL JORNAL). El manejo que ha tenido la Federación de Fútbol y el entrenador Luis Fernando Suárez sobre el caso de Manfred Ugalde son un manual idóneo y extraordinario de lo que no se debe hacer en un conflicto.
Declarado un conflicto, es preciso la participación de un tercero, para apaciguar las aguas, abrir canales de comunicación y buscar un punto común.
Es lo que por ningún motivo han hecho, de manera formal, la Federación y el técnico, que son las partes a tomar la iniciativa, dado que las declaraciones del entrenador, de que el futbolista no le cumplía con los cometidos técnicos, en especial en el juego aéreo, fueron obra suya.
Según hemos podido indagar de fuentes cercanas al jugador, en ningún momento ha habido una negativa tal y como lo dijo hace unos días el director de selecciones Claudio Vivas.
Todo ello deja entrever, que si hubiese disposición para que el delantero regrese al seleccionado, la Federación hace ratos hubiera enviado un emisario con instrucciones precisas y autorización para resolver el caso.
Lo cierto de todo es que se percibe justamente lo contrario: no hay un interés real por parte del técnico y la Fedefutbol en que Manfred Ugalde vuelva a la Selección.
Un lujo más que se da nuestro fútbol, al que no le sobran los talentos.