(SAN JOSÉ, COSTA RICA, 20 DE JULIO, 2015-EL JORNAL). El árbitro guatemalteco, Walter López, resultó el mejor amigo de la Federación costarricense de fútbol, Teletica Deportes, Deportes Repretel, Diario Extra, La Nación; además de todos aquellos que ahora hablan de “proceso” en la selección que, en el 2014, estuvo entre las mejores del mundo .
Revisen La Nación y el Diario Extra y me desmienten. Recuerden a Everardo Herrera, Mario Segura, Hernán Morales y sus “sport boys”- y no sé cuantos “expertos” más hicieron hablar- cuando convencían a la aldea completa que la Copa de Oro venía para San José.
Por un asunto histórico y político, estamos acostumbrados a decir las verdades a medias y no llamar las cosas por su nombre. Eso está mal como sociedad, porque entonces la libertad no la ejercemos con responsabilidad.
No es cierto que el seleccionado nacional perdió la Copa de Oro por culpa del árbitro López, a quien nuestra dirigencia aceptó, a sabiendas de las trastadas que ya nos había hecho en el pasado. Se perdió porque la Selección nunca supo a qué jugaba.
Don Jorge Hidalgo, presidente de la Federación, usted que ahora habla de “proceso”, vea las estadísticas del seleccionado desde octubre de 2014 y explíquenos por qué habla de esa forma. Muy sencillo: no hay plata para contratar un entrenador exigente y con licencia A, de verdad.
En la Copa de Oro, colegas, lectores de El Jornal y dirigentes de la Federación, lo que tuvimos fue un “rejuntado” de muy buenos amigos de Pablo Wanchope.
Algunos de ellos son los que ahora ofrecen apoyo a “Chope” y en el pasado criticaron al colombiano Jorge Luis Pinto por “enérgico”, “idólatra” y “dictatorial”; otros que “están en forma”, pero se negaron a cargar el serrucho, quedaron fuera de la Tricolor. Así de sencillo.
Veamos los bloques del seleccionado: La defensa es una gelatina que fue exquisita para jamaiquinos y canadienses, con las excepciones de Cristian Gamboa y Francisco Calvo, quienes se partieron el alma y dieron “cobertura” y “buena salida” al seleccionado frente a México.
Por el contrario, el cuerpo técnico insiste en ocasiones con los defensas Roy Miller y Davie Myrie, quienes traen de ligas menores serias deficiencias técnicas a la hora de marcar al rival. Obsérvenlos en los partidos del campeonato y verán que son pocos los encuentros en que no cometen faltas de penal; otra cosa es que acá los árbitros no las “vean”.
No es ya un problema de si jugamos con línea de cuatro o de cinco, pues todo el concepto defensivo, pulido en Brasil 2014, lo echaron por la borda, queriendo borrar de un plumazo todo aquello que nos quitó de la cabeza ser comparsa, animadores. A dónde llegáramos.
En el medio campo, “Chope” no tiene un “pasador”, un jugador con suficiente técnica, que no deje duda de su liderazgo, que su personalidad sea evidente y que “lea” los tiempos del partido. ¿Usted lo ha visto?
Los jugadores encargados de definir les cuesta llegar al área rival y se les hace un mundo dar la estocada final, con excepción de Jhoan Venegas, quien es un jugador pícaro, confrontativo. Después de eso, el seleccionado parece más un club de amigos de “Chope” que un plantel nacional.
Lo digo de esta manera con todo respeto para evitar doble interpretación: Ningún equipo, aunque tengan muchas defensas como Ezequiel Garay, Gerard Piqué, David Alaba, Jérôme Boateng etc., o se llenen de delanteros de la talla de Messi o Neymar, triunfará si no erradica de la planilla sus vagabundos. Esos que lograron fama, se echaron a dormir y les basta una palmadita al entrenador para estar en el once inicial.
No digo que con este seleccionado no se logre tal vez la plaza para Rusía 2018. Digo que retrocedimos y que por este sendero seremos comparsa. Ya está bueno. ¡No engañen más!
Periodista, abogado y notario UCR.
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