(MARTES 07 DE ENERO, 2025-EL JORNAL). En el fútbol profesional los errores se pagan muy caro: es lo que le ha sucedido a Leonel Moreira, que pasó de ser el guante de oro de la Copa Centroamericana a tener que salir por la puerta de atrás de Alajuelense.
Dos circunstancias opuestas, pero sus errores, en especial en el primer partido de la Gran Final, lo sacaron del esquema del entrenador Alexandre Guimaraes, quien, dada la situación, prescindió de su arquero titular.
En la ecuación, claro está, que Moreira quedó más que señalado, pero en el balompié profesional no opera aquello, tan costarricense, del pobrecito.
La decisión del conjunto manudo ha sido, en algunos ámbitos, muy criticada, pero mi punto de partida es que tiene bases deportivas, y a partir de aquellas se explica por sí misma.
Jorge Valdano recordaba, hace un par de años, que si un equipo, como era el caso del Real Madrid, contaba con el mejor portero del mundo en ese momento —Tibout Curtois– y el mejor delantero —Karim Benzema–, disponía de dos recursos inmejorables para aspirar a ganarlo todo.
Un club como la Liga no puede darse el lujo de contar con un portero con acciones extraordinarias, pero al que en cualquier momento puede cometer fallos de gran magnitud, como los de la Gran Final.
. Ya en la final contra Cartaginés, en 2013, los brumosos lograron extender la serie tras una mala salida del arquero florense, lo que le permitió a Andrés Lezcano anotar.
Es una lástima, porque Moreira tiene grandes cualidades como portero, pero en el fútbol actual ello no basta: ha de ser de primer nivel siempre.
Y ese es el mensaje que envía Alexandre Guimaraes, quien como el gran responsable de la parte deportiva, está obligado a tomar determinaciones impopulares, en resguardo del patrimonio deportivo de Alajuelense.