(JUEVES 15 DE JUNIO DE 2023-EL JORNAL). Hoy vuelve a jugar la Selección de Costa Rica, que dirigida por Luis Fernando Suárez, tiene un techo muy bajo. Se puede perder 7 a 0 en un Mundial, como sucedió en Qatar 2022 y todo sigue igual, como diría Julio Iglesias.
Así que esta noche frente a Guatemala veremos a un seleccionado con algunas novedades, pero que en esencia carece de grandes objetivos. ¿A qué vamos a la Copa Oro? Por los aires que se perciben solo a participar.
Y si un banquillo se vuelve tan barato, como lo es el actual de la Selección, el punto de mira disminuye y se bajan las pretensiones y con poco que se alcance basta.
En un contexto como este, es natural que la prensa y un sector de los aficionados exija más, es entonces cuando se nos trata de detractores, malos patriotas, pretenciosos, etc., porque la crítica no se puede aceptar desde ningún punto de vista.
Mientras casi todas las selecciones del mundo, en sus distintas categorías mejoran, Costa Rica sigue quedándose rezagada. Es sorprendente que la dirigencia nacional no se haya percatado que hoy las ligas menores, más que nunca, son la mina de oro de cualquier fútbol.
Uruguay no ha ganado nada de relevancia en el ámbito mundial –no incluyo la Copa América aquí, porque es regional—en70 años y sigue exportando jugadores a todo el planeta. ¿Por qué será? Porque hay una escuela de la garra charrúa, porque hay una mentalidad de que el jugador se quiere ir desde muy joven al exterior y se le prepara para ello.
Nuestro fútbol , en cambio, sigue viviendo de glorias pasadas: 1955, chaparritos de oro; 1990, Mundial de Italia y 2014.
Hoy, que juega la Selección, hay más dudas que certezas y es que sentarse en el banquillo tricolor se volvió muy barato.
