4 de mayo, 2014
Lic. German Marín
Director General de Tránsito
Reciba un cordial saludo.
En mi condición de periodista de EL JORNAL, medio que informa desde hace diez años sobre Acosta, Aserrí y Desamparados, lamento manifestarle que en dos oportunidades me he visto obstaculizado al realizar mi trabajo, debido a que oficiales de tránsito consideran que tienen la potestad para decidir si yo puedo o no hacer mi labor.
La primera oportunidad en que encontré dificultades fue el 2 de febrero, día de las elecciones, y sucedió cuando hacía unas fotos en San Ignacio de Acosta por un conflicto que se daba entre dos oficiales y un conductor.
En un momento dado, el oficial de tránsito Gustavo Méndez, se volvió, me señaló y gritó: “ya, ya, para de hacer fotos” y trató de que una oficial de la Fuerza Pública que se encontraba en el lugar, me lo impidiera. La oficial, con buen tino, me miró como queriendo decir: “no sabe lo que dice”.
Dejé pasar ese pequeño “incidente” porque me pareció que el señor oficial de tránsito simplemente estaba desinformado.
Resulta, no obstante, que el viernes 2 de mayo, mientras oficiales de tránsito realizaban un operativo en San Ignacio de Acosta, estaba tomando unas fotos—me ubiqué a unos seis metros de la escena— para luego informar sobre el hecho, cuando un oficial me interpeló con prepotencia.
En efecto, el oficial Adrián Alvarado cruzó la calle para exigirme, como si esa fuera una potestad que le asiste, que debía decirle que “por qué tomaba fotos, qué para qué eran las fotos, que no podía tomar fotos, que tenía que explicarle que para que eran las fotos, que si era que me gustaban las motos del tránsito”. (Lamento el dequeísmo del párrafo, pero solo transcribo la forma en que se expresó el citado oficial).
No podía salir del asombre, Lic. German Marín, yo, periodista de la República de Costa Rica, que se precia de respetar la libertad de prensa, no podía hacer mi trabajo porque al señor Alvarado, que, curiosamente, estaba en compañía de don Gustavo Méndez, se le ocurría que yo no podía tomar fotos en vía pública y, repito, sin interferir en lo más mínimo en su labor .
Le informo lo ocurrido porque mi intención es no tener ningún problema con sus oficiales (jamás los he tenido), pero tampoco voy a permitir que me impidan hacer el trabajo, y menos que traten de intimidarme, como pretendió hacerlo el señor Alvarado al llamar a la Fuerza Pública.
¿Para qué llamó la Fuerza Pública de Acosta? ¿Para amenazarme? ¿Para que me detuvieran por hacer mi trabajo para el que estoy acreditado por el Colegio de Periodistas de Costa Rica, tras graduarme de la Universidad de Costa Rica (UCR) donde me formé para ejercer como periodista?
Durante mi carrera en medios como La Nación, el Semanario Universidad, Inter Press Service, Agencia EFE y en EL JORNAL, jamás, ni dentro ni fuera del país, me había topado con una situación tan singular como la descrita.
El propósito de esta carta no solo es denunciar públicamente lo ocurrido, sino que tiene el afán de que una situación como la antes descrita no vuelva a suceder, pues, de lo contrario, tomaremos medidas legales contra los oficiales que, por andar con un uniforme de la policía de tránsito, se consideran que están por encima del bien y del mal, y se creen con la autoridad para actuar con la prepotencia de llegar, incluso, a impedir el trabajo de un periodista.
Atentamente,
M.Sc. José Eduardo Mora
Director de EL JORNAL
Carné 952 Colegio de Periodistas de Costa Rica
CC: Archivo personal
Colegio de Periodistas de Costa Rica (a toda su Junta Directiva)
Defensoría de los Habitantes
Alcalde de Acosta
Concejo Municipal de Acosta
Cura Párroco de Acosta
Unión Cantonal de Acosta