(LUNES 06 DE NOVIEMBRE-EL JORNAL). El sentimiento liguista es que, una vez más, a Andrés Carevic le siguen costando los partidos grandes y quedó demostrado en el último clásico, en el que perdió la posibilidad de hacerse con el primer lugar.
A la par, sin embargo, surgió un reclamo del mediocampista Mariano Torres de que la prensa no le da el crédito que Vladimir Quesada merece, esto a raíz de la ubicación de Fidel Escobar como volante de contención.
No es la primera vez que Torres reclama por Vladimir y está muy bien que defienda a su técnico, pero que no nos vengan a contar cuentos de hadas en pleno siglo XXI y está claro que el técnico morado no es Johan Cruyff y no ha inventado nada, no ha renovado nada, e hizo lo mínimo que debe hacer un entrenador: propiciar el mejor rendimiento de sus jugadores.
De modo que entre la bruma de Carevic, que incluyó a Edward Cedeño en ese mediocampo y el futbolista pasó sin ton ni son, y las luces de Vladimir, no estamos en presencia de dos entrenadores que vayan a revolucionar el fútbol nacional.
A veces hay arrogancia en los reclamos, siempre descalificando a la prensa, y ahí es cuando los colegas aludidos deben decir un momentito, pongamos las cosas en su lugar.
El clásico del sábado 04 de noviembre fue mediocre, por lo que no daba para lanzar campanas al vuelo ni para salir a reinvidicaciones innecesarias, porque cuando se ha criticado a Vladimir Quesada es porque no ha estado a la altura, o ustedes me van decir, hoy, que el Real Estelí es mejor que Saprissa.
Carevic todavía deja dudas en las grandes jornadas, pero Vladimir no es Cruyff: ¿está más que claro, no?
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL