In memoriam H. Martínez
(JUEVES 01 DE AGOSTO, 2024- EL JORNAL). La goleada de Saprissa a Guanacasteca pasa a un segundo plano. La victoria de Herediano frente al Tauro, a un tercer plano, por pírrica y un tanto pobre.
La alerta roja debe encenderse por la eliminación de la Sub20 en el premundial disputado en México, lo que confirma que lo que en un tiempo era costumbre, hoy es utopía: asistir a los mundiales de esta categoría.
No solo es la eliminación. Es la forma en que jugó la selección dirigida por Cristian Vella. Quien haya visto mucho fútbol en su vida, con un medio tiempo o media hora que hubiese visto de esta Sub20, se habría dado cuenta de que faltaban muchos conceptos y todos elementales.
Y, además, hubiese advertido de que ese fútbol que practicó el equipo no tiene absolutamente nada que ver con la idiosincrasia del jugador costarricense.
Todo patas arriba. Los grandes responsables: los dirigentes, los anteriores y los actuales.
Me sigo preguntando ¿por qué ese menosprecio de don Osael Maroto y compañía a los técnicos nacionales? Con Armando Rodríguez y Luis Roberto Sibaja, Carlos Watson, Rónald González, nos cansamos de clasificar e ir a los mundiales menores. No hablaban con un acento especial. Ni decían que detrás de ellos estaba Boca Junior, River Plate, ni el Real Madrid, no, estaba Santa Bárbara o a lo sumo Alajuelense.
Ahh, cómo se vende humo en este fútbol lleno de data y otras hierbas tóxicas. Ver a esa selección de Vella daba tristeza y depresión. Nada de nada. Y me niego a creer que esos mismos futbolistas, bien dirigidos, sean capaces de jugar tan mal.
Mientras sigamos deslumbrados por los acentos suramericanos o europeos, seguiremos con un prisma distorsionado y en estado de alerta por el desastre en el manejo de las ligas menores que se da hoy en la Federación, aunque es un asunto que viene de lejos, pero que no se ha corregido.
Técnicos costarricenses, tengan la dignidad de protestar por oportunidades para dirigir las ligas menores, ustedes tienen la capacidad, pero si mantienen ese silencio cómplice, seguiremos directo al despeñadero y ya es hora de enderezar el rumbo.
La crisis en las ligas menores se confirma con este nuevo batacazo en el Premundial Juvenil en México.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL